Una mujer asegura que su hija nació viva y no muerta como le dijeron en el hospital hace más de 30 años, cuando era adolescente. Ahora busca a su hija intensamente.
Denuncia que le robaron a su hija en el Lagomaggiore tras dar a luz
Una adolescente que acaba de dar a luz en un hospital público escucha el llanto de su bebita pero la enfermera se la lleva rápido. El médico le dice a la enfermera: “Dejásela ver”. La profesional se acerca, no mucho, se la muestra y sale huyendo. Luego le dicen: “Tu hija nació muerta”.
Esto es parte de lo que vivió Patricia Giménez (48) el 3 de agosto de 1984 en el Hospital Lagomaggiore de la Capital de Mendoza. Tenía 17 años pero a pesar de su poca edad nunca creyó que su hija estuviera muerta. Asegura que se la robaron y siente que está viva. Lo siente en el corazón, en sus entrañas, en su panza.
El caso de Patricia parece ser una situación irregular, al contrario, se asemeja a una estrategia de un grupo de profesionales de ese hospital.
Terminada la dictadura militar, el Lagomaggiore parece que era un centro de tráfico de niños. Quizá, eso fue durante los años de plomo y la práctica continuó. Todos los casos se parecen: chicas muy jóvenes, la mayoría sin pareja y humildes. A esas madres precoces, al parecer, fue fácil engañarlas: “Tu hijo nació muerto, mejor no retires el cuerpo ni lo vayas a ver porque va a ser algo muy traumático. Sos joven y es mejor que lo olvides”.
Para ser sinceros, en un momento duro hasta eso parece un buen consejo. Sin embargo, no les daban el certificado de defunción. Y un dato más: todas las historias clínicas se las robaron en un extraño robo, valga la redundancia, de hace casi una década. Los ladrones fueron en camionetas a robar papel, nada más que papel de un depósito. Otros documentos se perdieron en una inundación de esos depósitos.
Por lo tanto, los investigadores poco pueden avanzar. El fiscal Especial Daniel Carniello es quien investiga estos sospechosos casos y, por lo tanto, es quien tiene la cargo la instrucción de la causa de Patricia Giménez.
Como se dijo, ella dio a luz el 3 de agosto de 1984 cuando tenía 17 años. Se había casado con su novio por estar embarazada, lo admite. Este hombre es el padre de sus otros dos hijos, de 26 y 19 años.
Ella estaba de 6 meses y medio de gestación cuando comenzó con dilatación y trabajo de parto. Fue llevada al Lagomaggiore y no la llevaron a maternidad, la ingresaron en una sala de preparto, le contó al Post. Allí tuvo a la nena. El sexo se lo dijo el médico obstetra que la atendió, Marcelo Greslebin, según recordó Patricia.
A ella le resultó extraño en aquel momento y más ahora que antes de dar a luz los profesionales que estaban con ella le decía que iba a nacer muerta. “No te hagás ilusiones, me decía, pero yo no entendía por qué, la sentía moverse perfectamente.
Una vez que nació, la enfermera que estaba en esa sala de preparto “se la llevó rápidamente envuelta con la placenta. Yo la escuché llorar. Era un llanto muy bajo, como el de un gatito, pero lógico para un bebé de casi 30 semanas”.
Fue en ese momento que Patricia desde la camilla exigió ver a la su hija y el médico frenó a la enfermera. “Pará, dejásela ver, dijo el médico. La mujer volvió, apenas me la mostró y se fue velozmente”, relató Patricia.
Poco después le dijeron que, como esperaban, su hija había nacido muerta. “Pedí ver el cuerpo en la morgue y una que dijo ser psicóloga me sugirió que no lo hiciera, que era algo traumático”, contó. Se quedó con esa duda y su vida siguió.
Patricia, una administrativa de una empresa nacional, cuenta que luego nacieron sus hijos y tuvo que seguir adelanta con esa vida que ya tenía armada adelante, sobre todo por sus hijos pero “nunca dejé de pensar en mi hija; siempre sentí que estaba viva”. Por ello creó una Fan Page en Facebook a la que denominó "Hija Mia Te Robaron Cuando Naciste". Lo que ya no es extraño es que ha recibido cientos de testimonios con historias similares a la suya.
Ella sabe que ese instinto de madre no es una prueba en la Justicia pero para ella sí, y esto la impulsa a una búsqueda incansable.
Incluso, Patricia hace poco tiempo leyó en un medio de una mujer llamada Andrea, nacida en 1984, buscaba a su madre. “Me contacté con ella. Fue muy fuerte porque yo a mi hija le iba a poner Andrea. Nos conocimos y nos hicimos un cotejo de ADN que nos dio negativo”, aclaró.
Patricia es una mujer entera, con su vida hecha pero cuando habla de su hija que supuestamente nació muerta y ella siente que está viva, se quiebra.