Aunque parezca mentira, un programa informático que planea adoptar la provincia resuelve tantos problemas comunes que ahorra casi la mitad de lo que sale una obra.
Así Mendoza piensa bajar 40% el costo de la obra pública
El Gobierno de Mendoza hará un cambio en las primeras etapas de la obra pública aplicando un software que permitirá ahorrar hasta un 40% de la inversión.
¿Un programa va a ahorrar casi la mitad del costo de la obra? Sí. Aunque parezca increíble, con solo utilizar este tipo de tecnología, no sólo se ahorra porque se planifica con más precisión si no que, además, es una buena herramienta para evitar la corrupción en la obra pública.
Se refiere al sistema BIM (Building Information Modeling) que es un programa en el cual se cargan los datos estructurales de una obra. BIM realizará, además de los planos diferenciados de cada "capa", un modelo en 3D.
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"Es una maqueta que tiene componentes de las distintas disciplinas que conforman la obra", explicó al Post Mario Isgró, ministro de Planificación.
Para graficar, Isgró explicó que es como esos muñecos que por afuera son como un maniquí, pero por dentro tienen separados los distintos órganos, y entonces se pueden estudiar por separado.
En las obras, la maqueta se haría con el plano de cañerías separado, el de electricidad, el de la construcción en sí, todo impreso en 3D y puesto como en capas.
Esto permitirá que, a medida que se va plasmando el proyecto, la misma herramienta te va dando las pautas, además, de cómo seguir y qué se necesita", explicó.
"Por ejemplo, vos hacés la maqueta de la casa y por cada pared te dice cuántos ladrillos necesitás, cuánto cemento, cuántas piedras, cuánta arena, etcétera."
Por eso el ahorro tremendo: además de hacer los cálculos exactos, el evitar comprar de más, también ahorra en las avivadas que terminan "derivando" materiales a otros destinos.
Por otro lado, evita errores que son comunes pero, como todo error, cuesta plata: "Hay un proceso que no tiene que ver con torpeza ni mala intención en los errores que se pueden cometer, por ejemplo, en una casa, si el dueño no especifica qué tipo de revoque quiere, el maestro de obra hace el que conoce y el dueño después quiere otro. Entonces hay que sacar el que está hecho y hacerlo de nuevo. Eso es pérdida de plata. Eso, llevado a la obra pública termina en pérdidas tremendas", subrayó Isgró.
El BIM no es nuevo. Funciona hace décadas en Europa y terminó desarrollándose en Estados Unidos, pero... en Argentina se usa poco y Mendoza comenzará a probarlo en estos días.
"En los países donde se aplica hace tiempo, de hecho, las obras se cotizan en BIM", dijo Isgró. Esto evitaría también los sobreprecios.
La implementación comienza con la capacitación del equipo técnico de Infraestructura y la "prueba final", serán cuatro maquetas para obras que realmente están planificadas.
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Finalmente, hay otra gran ventaja de BIM: evitará las "desinteligencias" que se dan en todas las obras por la división de tareas y falta de coordinación. "Más de una vez pasa que el arquitecto hace el plano y después el ingeniero termodinámico diseña el sistema de ventilación y luego se encuentran con que una viga choca con un conducto. Eso lo detectaría la herramienta y entonces alertaría antes de que se empiece a hacer todo", concluyó el funcionario.