El caso escandalizó a Santa Fe. La docente está también acusada de haber mantenido relaciones sexuales con el chico. En dos videos, ella hace su descargo.
La versión de la profesora acusada de enviarle un video íntimo a un alumno
En abril del año pasado, Santa Fe fue sacudida por una grave denuncia contra una profesora de geografía. La mujer está acusada de enviarle un video porno de ella a un alumno de 14 años. Las imágenes se viralizaron y luego de un año, la docente dio su versión.
Ella trabajaba en el Colegio de la Inmaculada Concepción. Según la denuncia X.P. también habría mantenido relaciones sexuales con su alumno, a quien supuestamente le envió un video en el que ella está en primera plano masturbándose, en el cuarto de su hija.
El caso recayó en la Unidad Fiscal Especial de Violencia de Género, Familiar y Sexual (GEFAS), a cargo del fiscal Federico Grimberg. Dos días más tarde, el 5 de abril, Grimberg ordenó la detención de X.P. Estuvo demorada en la Comisaría Seccional N° 3 de la ciudad de Santa Fe y a las pocas horas fue liberada. "Transitará el proceso en libertad a raíz de que entendemos que no hay riesgos procesales de fuga o entorpecimiento de la investigación. El delito investigado prevé una pena en expectativa que podría ser excarcelable y la mujer no tiene antecedentes penales condenatorios", indicó en su momento el fiscal.
En las semanas siguientes, la docente, de 36 años, fue imputada por grooming. En el comunicado que difundió el Ministerio Público de la Acusación (MPA) de Santa Fe, Grimberg manifestó que "la mujer tuvo contacto -entre octubre y noviembre del año pasado- con el menor a través de Instagram y Whatsapp".
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Por otra parte, fue expulsada del Colegio Inmaculada Concepción, se le abrió un sumario educativo e inició la etapa de licencia por tiempo indefinido en el resto de las escuelas en las que brindaba clases.
En las últimas horas, la profesora rompió el silencio y contó su versión. Se defendió, dijo ser inocente y afirmó que días antes estaba siendo amenazada en las redes sociales. También se enfocó en lo que padeció: contó que intentó quitarse la vida en dos ocasiones y que desde hace más de un año se encuentra con asistencia psicológica y psiquiátrica. "Necesito que la gente sepa la verdadera historia del detrás. Todos me condenaron y yo antes no podía hablar", sostuvo en una entrevista con Aire Digital.
La docente, primeramente, se refirió al contexto en que se filmó el video: "Fue grabado el día del profesor y fue para mi marido porque veníamos con unos problemas. Entonces mi idea fue sorprenderlo. Fue cuando él estaba de viaje con alumnos en Mendoza con una escuela de acá de Santa Fe. Cuando yo le empecé a decir ?amor, tal cosa', me dice ?no vas a ser tan... de filmarte o mandarme una foto'. Entonces para no generar conflictos en la pareja no se lo paso", empezó.
Y continuó: "Al video lo habré tenido cuatro o cinco días y lo borré de mi galería, pero lo que yo no sabía era que queda todo en el Google Photos y que por 60 días queda en papelera. Empezando a averiguar con él (su abogado) y buscando la manera de cómo pueden haberlo extraído llegamos a que tuve un cambio de contraseña el 14 de noviembre del 2018 de mi correo de Gmail".
La mujer sospecha que pudieron haber hackeado su cuenta de correo electrónico, que además la tenía sincronizada y vinculada a su teléfono con otra cuenta suya, de Outlook. Aseguró que el 17 de noviembre del 2018 se registró una entrada a su casilla de e-mail desde una computadora. "Ese día y en ese horario yo estaba dando clases en otra escuela".
"Yo no me enteré del cambio de contraseña hasta el año pasado, que me salta y me dice ?usted ha cambiado la contraseña el 14 de noviembre del 2018' y coincidía con que ese momento yo no estaba en la provincia de Santa Fe", amplió al periodista Ignacio Mendoza.
X.P. reveló que el 26 de marzo del 2019, antes de que se viralizara el video, denunció que recibía mensajes extorsivos desde la cuenta de Instagram "hablame_xime". Del otro lado le aseguraban que poseían tres videos íntimos suyos y le pedían otros para no difundirlos: "Me hablaban de tres videos que nunca los pude descargar porque yo a la solicitud de amistad nunca la acepté y tampoco la rechacé. Me pedían a cambio fotos y videos porque si no me iban a viralizar y hacer echar del colegio".
Al comienzo la docente desconocía el origen de los supuestos videos de la extorsión: "Yo pensé que los alumnos me habían filmado en el baño". Al día siguiente, la mujer cerró su cuenta de Instagram, "por pedido de la Policía". Y días más tarde, se dio cuenta de cuál filmación se trataba.
X.P. dijo que no puede explicar cómo se viralizó ese video: "De mi celular yo no lo mando. Yo no lo envío. Está presentado en la fiscalía y consta en la causa. A través de tres peritos diferentes hicimos un software forense que se usa y que permite establecer, que por más que hayas borrado archivos o no, aparece todo. Hasta el día de hoy no pudimos recuperar el video". Y arremetió contra el fiscal: "La única prueba que él tiene es la testimonial de un menor. No hubo Cámara Gessell, no hubo nada. Lo que dice el menor, la textual, es la textual que a mí me imputan".
"Espero que me archiven la causa. Estamos esperando que el fiscal tome el informe pericial y decida que va a pasar con eso. Porque si el día de mi detención yo di la clave del desbloqueo (del teléfono), peritaron mi teléfono en el MPA y salió que no hay nada, no hay vínculo y el fiscal me imputa por una declaración de un menor delante de una psicóloga y sin Cámara Gessell me parece que es injusto. No hay una prueba. No existe el celular del menor. Esa es la prueba principal. El celular del menor supuestamente se lo robaron. A mí me amenazaron el 26 de marzo y al menor se lo robaron el 22 de marzo de la casa. Si yo hubiera sido culpable como dijo la gente, que me culpó y condenó yo no hubiese entregado mi celular. Lo primero que hice fue entregar mi celular y me puse a disposición del fiscal y del Colegio", se defendió.
Mientras espera un desenlace, la mujer, oriunda de Chaco, permanece en Santa Fe. "Pensé en quitarme la vida. Tuve dos intentos de suicidio. Por eso tuve dos o tres veces por semana apoyo psicológico y psiquiátrico. Es como que no llegás nunca a entender. De un día para el otro mi vida cambió y dio un giro total. De ser una persona simpática que salía, andaba con mi hija para todos lados, no podía llevarla al jardín. Dejé de usar anteojos, cambié un montón de aspectos en mi vida para no ser reconocida porque lo que yo vivo o viví en ese momento fue un calvario", contó.
El grooming fue incorporado como delito al Código Penal de la Nación en 2013. En su artículo 131 establece que "será penado con prisión de seis meses a cuatro años el que, por medio de comunicaciones electrónicas, telecomunicaciones o cualquier otra tecnología de transmisión de datos, contactare a una persona menor de edad, con el propósito de cometer cualquier delito contra la integridad sexual de la misma".