El encubrimiento del atentado a la AMIA.
La causa judicial que más preocupa al macrismo (y que aprovechan los K)
Mauricio Macri no se ha pronunciado al respecto aún, pero está preocupado. Lo confirmaron al Post fuentes de su propia fuerza en las últimas horas.
Lo que le quita el sueño es la denuncia que ha hecho Mario Cimadevilla contra su gobierno, por encubrimiento al atentado a la AMIA.
Es una trama espesa y brumosa, que este diario contó con lujo de detalles en el pasado mediato. Que provocó la furia de Elisa Carrió y la casi disolución de la Unidad Especial que investiga ese luctuoso hecho.
En concreto, Cimadevilla denunció que el macrismo protegió a todos los que desviaron la investigación del atentado de marras, principalmente los fiscales Eamon Gabriel Mullen y José Carlos Barbaccia, y el excomisario -fallecido- Fino Palacios.
Fue una jugada que llevó adelante el otrora ministro de Justicia Germán Garavano, pero que tuvo el "visto bueno" del propio Macri. Por caso, su vicepresidenta, Gabriela Michetti, quedó complicada luego de que el domingo trascendiera una grabación en la cual presionó al propio Cimadevilla en el contexto de ese mismo expediente.
La "captura" de la conversación fue hecha por el propio extitular de la Unidad AMIA, durante aquellos días tormentosos de 2018, cuando se sustanciaba el denominado juicio AMIA 2, que investigaba el encubrimiento de ese hecho.
Se presume que el pedido al gobierno de Macri de encubrir a los encubridores provino de EEUU e Israel, principales voceros de la falaz pista iraní detrás del atentado en cuestión. De hecho, Cimadevilla cuestionó esa línea de investigación a poco de empezar a analizar el expediente. Luego, cometió el pecado de hablar de la "pista siria", de la cual nadie se anima a hablar.
El propio José Luis Manzano admitió en la causa judicial "madre" haber cajoneado un informe de la exSIDE en el cual se hablaba del ingreso del Monzer Al Kassar al país a poco de cometerse el atentado a la embajada de Israel, en 1992. Al Kassar, para el menos desprevenido, era una especie de "ministro sin cartera" del régimen sirio.
Luego, aparecieron todos los cabos sueltos, siempre apuntando a Siria. Incluso la mayoría de los complicados son de esa nacionalidad: Nassif Hadad, Alberto Kanoore Edul e incluso el propio Alfredo Yabrán.
En las últimas horas, el kirchnerismo se ha subido a "la ola" de las revelaciones de Cimadevilla y promete hacer mucho ruido, siempre con el propósito de golpear al macrismo.
Es la "gesta K" que viene, que servirá para desviar de alguna manera la discusión por la deuda, el coronavirus y la mar en coche.