En el marco de otro día tenso en los mercados financieros.
Deuda: el gobierno espera contrapropuesta de los acreedores
Tras el pedido del presidente Alberto Fernández, los principales fondos de inversión se pusieron a elaborar una contrapropuesta de reestructuración de la deuda, en el marco de una jornada en la que los activos argentinos operaron a la baja y el dólar paralelo trepó a un nivel récord.
Fuentes del mercado aseguraron que el Gobierno ya habría recibido un adelanto de la propuesta de negociación, aunque el sector de bonistas señaló que la iniciativa completa será enviada sobre el fin de semana.
El mercado accionario local tuvo pérdidas generalizadas con una baja del 3,3%, mientras el riesgo país escaló 1,4% y también se disparó el dolar, tras versiones de que un grupo de acreedores de la Argentina solicitó un tratamiento diferencial, lo cual complicaría las negociaciones.
No obstante, fuentes del Palacio de Hacienda que encabeza Martín Guzmán minimizaron las versiones y señalaron que "se sigue trabajando" para lograr un acuerdo antes del 22 de mayo, la nueva fecha límite impuesta por el Ejecutivo para evitar el default.
Voceros de los grupos de acreedores, aseguraron que el objetivo es elevar el valor de los bonos del 50 al 55 por ciento, mientras que en el Gobierno se insiste en un nivel de entre el 45 y 50 por ciento.
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Desde la cartera de Economía explicaron que hay especulaciones financieras y presiones de todos los sectores y recuerdan la mejora en los mercados del día anterior, ante versiones de que la negociación se había encarrilado.
En tanto, desde el Gobierno insisten en que hay que esperar la contraoferta de los acreedores y que el propósito final sigue siendo alcanzar un acuerdo que evite el default.
En este contexto, el Premio Nobel de Economía, Joseph Stiglitz volvió este miércoles a emitir un documento en el cual respaldó la gestión de Guzmán y aseguró que la Argentina está negociando de buena fe con los acreedores.
Incluso, dijo que la posibilidad de un convenio entre la Argentina y los bonistas podrían ser una buena señal para el mercado financiero mundial.