Alberto Fernández reconoció que el proyecto del oficialismo en el Congreso es una cuota por "única vez" y que no es un impuesto.
El Presidente reiteró que está a favor de un "aporte" de las grandes fortunas
El presidente Alberto Fernández aseguró en la tarde de este martes que la gestión de Mauricio Macri encaró un "proceso de degradación del Estado", aunque dijo que no busca hablar "del pasado" porque hay "que resolver los problemas del hoy".
"Tengan presente que tuvimos por cuatro años una gobernadora (María Eugenia Vidal), que decía que no iba a abrir un hospital más. Tuvimos un gobierno que eliminó el Ministerio de Trabajo y lo convirtió en Secretaría", subrayó Fernández. En una entrevista con el programa "Tarde pero temprano", que conduce Oscar González Oro, en radio Rivadavia, el Presidente sostuvo que el país presenció "un proceso de degradación del Estado, donde lo informático es solo una parte", al ser consultado sobre por qué había dificultades técnicas en acceder a los programas oficiales.
El Presidente aseguró que "hay un empresariado consciente e infinitamente solidario" que, por ejemplo, ha hecho donaciones anónimas para construir hospitales y que hay otros que "dicen cosas que no ayudan" y "la gente se da cuenta", en particular cuando se refieren a que hay que "pagar la deuda" de cualquier forma y dejó claro que no es partidario de "generalizar".
Además, afirmó que a los países que "abrieron" la economía "no les fue bien" y aseguró que Argentina y el mundo atraviesan una situación excepcional por la pandemia de coronavirus.
El Gobierno volvería a pagar la mitad de los salarios de los privados
Dijo que él "no dispone" cuándo puede sesionar el Congreso, pero aclaró que le parece "una buena medida" que se reúna de forma virtual. Ratificó que el oficialismo discute en el Congreso un "aporte por única vez" de las grandes fortunas en medio de la emergencia por el coronavirus, y no un impuesto, a la vez que reiteró que los asuntos impositivos son cuestiones que debe resolver el Poder Legislativo.
"Admiro a sociedades como la sueca, pero digo que no tuvo los resultados de los países que hicieron una cuarentena más estricta. A los que salgan a la calle a trabajar, les digo que el mundo es otro. Todo ha cambiado", remarcó.
"Hay una millonada de gente que está fuera del sistema por una política de flexibilización que hubo en los últimos años. Al Estado le cuesta mucho identificar a la gente por la informalidad que hay. Algo que sucede porque no se paga impuestos", indicó.
Manifestó que "el deseo" del Gobierno es "no entrar en default, pero advirtió que Argentina "está dispuesta a pagar lo que está en condiciones de pagar", reprodujo la agencia Télam.
Destacó que el Gobierno está "trabajando muy bien con el Fondo" Monetario internacional, elogió la conducción del organismo "técnica y razonable, no dogmática, que lee con sentido común la economía" y dijo que el mensaje es que Argentina "quiere negociar" y "se equivocan los que piensan que no queremos pagar", para concluir que "la decisión es pagar lo que Argentina puede pagar".
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También dijo que la flexibilización del aislamiento social, preventivo y obligatorio funcione "tiene que haber una responsabilidad de la gente" para que esas medidas de apertura no se retrotraigan.
Además, comunicó que el Gobierno ya trajo al 90% de los ciudadanos varados fuera del país y explicó que los que aún permanecen allí son "son argentinos que fueron a probar suerte" y que "se dieron cuenta que en el exterior todo estalló. No obstante, dejó en claro que "son bienvenidos" y que en la medida en que se puedan despachar vuelos, serán traídos al país.
También aseguró que de a poco se va a ir "retomando la normalidad" en el país, pero dejó en claro que será "sin poner en riesgo la salud de la gente", al tiempo que reafirmó la presencia del Estado en el área de la asistencia.