Negocios, denuncias de abuso, de estafa, y hasta un intento de asesinato se mezclan en la reciente aprehensión de Fernando Kainer en San Juan.
La historia del empresario detenido por abuso
La semana pasada, el empresario Fernando Kainer (49, porteño pero con diez años en Mendoza), gerente de la firma Magui Express en San Juan, recibía la noticia de parte de una comisión policial de Mendoza: le informaban que quedaba detenido por orden de la fiscal mendocina Virginia Rumbo. Lo acusaban de abuso sexual en perjuicio de una de sus hijastras, por hechos presuntamente ocurridos en Lavalle entre 2011 y 2012.
Mientras le tapaban la cara con una campera y lo esposaban, el hombre pensó en su ex mujer -y madre de dos de sus hijos- con la que mantiene un sinfín de disputas entre dinero, tenencia de hijos, presuntas estafas y hasta la acusación de un supuesto intento de hacer pasar por loca a su ex. El hombre está detenido en la seccional Tercera de Mendoza a la espera de ser indagado.
Fernando Kainer -quien se presentaba como ingeniero- y su ex mujer -empresaria hija de una familia adinerada con negocios inmobiliarios en Panamá y Punta del Este- se conocieron en Buenos Aires en 2007, pronto ella quedó embarazada. Su madre había comprado una finca en Lavalle para llevar adelante un emprendimiento turístico Vip, y la pareja se instaló en Mendoza para ponerse al frente del negocio llamado "Las Marujitas". Muy frecuentado por la política y empresariado local hasta 2015.
Antes, Kainer, había estado a cargo de una constructora (Kainer Construcciones SA), que llevó adelante negocios con Miguel Ángel Toma, ex jefe de la Side en la presidencia de Duhalde. En aquel negociado el hombre terminó procesado por falsedad ideológica en 2011 por orden del entonces juez federal Norberto Oyarbide. Fue detenido por la Policía Federal en Mendoza y llevado a Comodoro Py. La causa era por sobreprecios vinculados con su constructora. Los abogados de su ex lograron liberarlo y Kainer volvió a Mendoza.
En 2012 tuvieron su segundo hijo en Lavalle. La mujer ya era una madre experta: tenía seis hijos de dos matrimonios anteriores. En la finca de Lavalle vivía la familia ensamblada: la pareja y los ocho hijos, los dos más chicos eran hijos de Kainer, que se dedicaba a gerenciar Las Marujitas.
Brutal denuncia
Hacia mediados de la década pasada, la pareja ya estaba trizada y todo se perfilaba para la separación. Poco antes de consumarse el alejamiento, la mujer denunció a su ex de complotarse con un psiquiatra quien le suministraba medicación peligrosa con la finalidad de "hacerme pasar por loca para quedarse con buena parte de mi patrimonio", según dijo en la fiscalía de Violencia de Género de Daniel Carniello y también en la Suprema Corte de Justicia.
Carniello, después de de estudiar el caso tuvo para sí que se trataba de un "femicidio en grado de tentativa" y pasó el caso al fiscal de Homicidios, Horacio Cadile y después al de Flavio D'Amore; el hecho aún sigue abierto pero con pocas posibilidades de prosperar. La presentación de la mujer fue tan llamativa que tuvo una impresionante repercusión nacional y llegó a salir en varios programas de radio y TV a nivel nacional. "Me quieren pasar por loca para sacarme el dinero", repetía.
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Entretanto y a modo de contraataque, el ingeniero acusó a su ex de "estafa procesal". Kainer pretendía cobrar su parte de la sociedad Las Marujitas una vez ocurrida la separación.
Afirmaba que su esposa se había quedado con todo. Esta presentación se realizó ante la Unidad Fiscal Especial 6, a cargo de Juan Manuel Bancalari pero el caso fue archivado.
En una declaración del 19 de octubre de 2016, la mujer dijo que el terreno de Las Marujitas fue comprado por 50 mil pesos y que su pareja puso 25 mil pesos, la mitad.
"En 2012 se hicieron los aportes para la sociedad: primero un millón de pesos y luego cinco millones más, uno de parte de mi madre y los cuatro restantes míos. Por lo tanto esa sociedad es de mi madre y mía, no de Kainer", declaró en la fiscalía.
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"Luego mi madre le compró la parte de la finca a mi ex marido". Todo estaba corroborado en los títulos de propiedad del inmueble.
En su declaración, la mujer dijo que Kainer no tiene propiedades y que, al menos para entonces, se encontraba inhibido, como se ha dicho, por la quiebra de la empresa Kainer Construcciones (quiebra que figura en el Boletín Oficial del 4 de octubre de 2012).
Las Marujitas no fue justamente un éxito comercial: siempre dio pérdidas hasta que, con el derrumbe de la pareja, el emprendimiento cerró. Y al parecer hubo casos de violencia de género.
Esto hizo que la mujer interpusiera un recurso contra su ex en el Juzgado de Familia de Lavalle-Las Heras para evitar que se le acercara. El juez Gabriel Díaz le dio la razón y al día de hoy Kainer no puede acercarse ni a su mujer ni a sus hijos.
A San Juan
Más allá de sus conflictos legales en los distintos ámbitos de la Justicia, el empresario siguió su vida y conoció a Macarena Guiñazú (vinculada con la casa Maguitur, hija del dueño) a quien le cayó de maravillas.
En agosto de 2018, Kramer desembarcó en San Juan como gerente de Magui Express, una empresa derivada de la mendocina Maguitur, dedicada al envío y recepción de remesas familiares. Hubo publicaciones comerciales respecto de la inauguración, que no mencionaban a Kainer.
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Con su nuevo cargo, el empresario se instaló en la vecina provincia donde comenzó, además una marcada militancia por el derecho de ver a los dos hijos que tiene con Corina. Es parte de la agrupación "No más hijos rehenes" y sus apariciones mediáticas eran muy frecuentes en San Juan. En una de ellas, por las redes sociales, afirma "...hace cuatro años y medio por de una denuncia de violencia de género me hicieron exclusión del hogar y me impidieron el contacto con mis hijos con medidas cautelares que se fueron prolongando en el tiempo. Desde mayo de 2015 que no tengo ningún contacto con ellos. Son todas denuncias falsas", aseguraba.
Pero a fines del año pasado, una hijastra de Kainer que en 2011 era menor de edad, apareció por la fiscalía de la fiscal Virginia Rumbo y denunció a su ex padrastro. Rumbo, después de las pesquisas correspondientes, lo imputó por "abuso sexual gravemente ultrajante, agravado por la situación de convivencia preexistente y por encontrarse a cargo de la guarda de la víctima".
La joven ahora tiene 18 años y afirmó que, cuando convivía con Kainer en Lavalle, el hombre la habría abusado, en ocasiones en que su madre no estaba en la finca, "yo tenía 11 años", le contó a Rumbo.
Kainer fue mandado a ser detenido y al igual que las otras denuncias que hay en su contra, asegura que "ésta también es falsa". Este fin de semana se espera que declare.