La caída del tráfico aéreo en América Latina supera el 90%. La reactivación de los vuelos será paulatina y con estrictos protocolos.
Cómo y cuándo volverán a volar las aerolíneas en el mundo
Argentina decidió cerrar sus rutas aéreas hasta septiembre y así todos los países han definido sus propias restricciones en cuanto a los vuelos nacionales e internacionales por lo que volver a volar será uno de los mayores desafíos en esta pandemia.
Alexandre de Juniac, presidente ejecutivo de IATA, la Asociacion Internacional de Transporte Aéreo, declaró que "el impacto ha sido mucho más severo que cualquier otra cosa que hayamos experimentado".
En América Latina, cuyos aeropuertos y aerolíneas emplean a unas 430.000 personas, "el tráfico aéreo prácticamente ha desaparecido", le dijo a BBC Mundo Rafael Echevarne, director de la división para América Latina y el Caribe del Consejo Internacional de Aeropuertos (ACI-LAC).
"En la última semana de marzo hubo una reducción del tráfico aéreo de 90%. Y si se excluye a Brasil, México y Chile, que son los únicos países con alguna actividad de vuelos domésticos, la caída fue del 97%.
Entre las medidas que están evaluando tomar para volver a volar, el corresponsal de negocios de la BBC, Theo Leggett, explica: "se necesita preparar los aviones para volver a volar y los aeropuertos para recibirlos. También será necesario volver a programar los horarios de vuelo y del personal disponible", dice.
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"Tener un avión parado en un aeropuerto no es sencillo. Primero hay que buscar un lugar para el avión, y esto ya es un gran problema por el tipo de asfalto y tipo de superficie en la cual tiene que estar", dice el director del ACI-LAC.
"Mantener los aviones parados significa también un reto desde el punto de vista del mantenimiento de los motores, los sistemas hidráulicos, etc.".
Quizás el asunto que está provocando el mayor dolor de cabeza a los expertos es cómo mantener el distanciamiento social en un avión o en un aeropuerto.
"En efecto, ese es uno de los grandes retos", expresa Rafael Echevarne. "Lo que sabemos es que no va a ser igual que antes".
"En estos momentos estamos diseñando protocolos con las compañías aéreas que van desde la protección de los trabajadores con equipos de protección personal hasta la limitación del aforo a los aeropuertos, salas de embarque, etc.", señala.
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Lo que se está estudiando, agrega, "es el uso obligatorio de mascarillas, distanciamiento entre los pasajeros, cómo se van a hacer los cacheos de seguridad sin necesidad de tocar al pasajero, el uso de tecnologías para evitar tocar a personas e instrumentos, de tecnologías de reconocimiento facial, etc.".
Los aviones también podrían cambiar. Lufthansa, la principal línea alemana, ya está operando vuelos con los asientos centrales sin ocupar para permitir cierto grado de distanciamiento entre pasajeros.
EasyJet, la línea de bajo costo británica, indicó que también tomará esa medida cuando reanude sus vuelos.
Con los asientos centrales desocupados, un avión iría a 65% de su capacidad.
Como medida de corto plazo, esto podría ayudar a que los pasajeros vuelvan a volar con más confianza. Pero a largo plazo, dice Alexandre de Juniac, "esto ciertamente cambiaría la forma como la industria opera".
Y además significaría un incremento significativo en el precio de los pasajes. "Es pura lógica comercial", le dice Rafael Echevarne a BBC Mundo.
"Si no puedes poner tantos pasajeros en el avión de alguna manera tienes que cubrir los costos de operar. Ese es el gran reto: cómo podemos estimular la vuelta del trasporte aéreo sin tantos pasajeros como antes", indica.