Gustavo Lorenzo fue condenado en 2012 a 12 años de prisión por abusar de su hijastra. Alegó que tiene depresión.
Le otorgaron la "libertad asistida" a un abogado pedófilo en San Rafael
El abogado Gustavo Lorenzo recibió la "libertad asistida" por decisión del juez Ariel Hernández quien accedió al pedido de su defensa. El letrado fue condenado a 12 años de prisión por "abuso sexual sin acceso carnal" en perjuicio de su hijastra que en ese momento tenía 9 años y el año pasado fue beneficiado con salidas transitorias luego de cumplir la mitad de su condena.
Según informó Diario de San Rafael, el pedido de Lorenzo fue anterior a la pandemia, sin embargo, al evaluar la solicitud, los magistrados tuvieron en cuenta que las salidas transitorias podían ser un riesgo de contagio.
Pese a escuchar vía teleconferencia a la víctima -que ahora es mayor de edad- le concedieron la libertad asistida, hasta al menos el 10 de mayo. Este beneficio consiste en la excarcelación anticipada del condenado, pero de ningún modo la extinción de la pena por la que permaneció privado de su libertad. En ese contexto, Lorenzo tendrá que cumplir una serie de condiciones impuestas por el magistrado de ejecución penal que aceptó su excarcelación.
A partir de junio del año pasado, Lorenzo podía salir de la cárcel durante 12 horas cada 56 días, como una manera progresiva de avanzar hacia su libertad, la que finalmente le concedieron la semana pasada y de la que -de no mediar ningún incidente- gozará hasta que purgue su pena.
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El motivo de la condena
La aberrante historia de los abusos perpetrados por Lorenzo comenzó en el año 2009, cuando la hija de la pareja que tenía el abogado viajó a casa de una tía en Luján de Cuyo y le contó cómo Lorenzo le tocaba sus partes íntimas en su habitación durante la ausencia de la madre o cuando ésta dormía.
El terrible relato de la menor llevó a la tía a realizar una denuncia en una comisaría de Luján, desde donde derivaron las actuaciones a la Justicia de San Rafael, que avanzó en la investigación hasta probar el hecho reportado por la niña, situación que terminó en condena para Lorenzo.
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