La situación sanitaria en Brasil es cada vez peor.
Bolsonaro dijo que el fin de la cuarentena depende de los gobernadores
El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, afirmó hoy que le gustaría que sus compatriotas "volvieran al trabajo" tras las medidas sanitarias adoptadas ante la pandemia de coronavirus, pero reiteró que no será él quien lo decida sino los gobernadores y los alcaldes.
"Me gustaría que todos volvieran al trabajo pero no soy yo quien decide esto, son los gobernadores y los alcaldes", dijo el mandatario en un video transmitido en directo a través de las cuentas en redes sociales de la diputada federal Beatriz Kicis. Bolsonaro señaló que estaba seguro de que "brevemente" Brasil "volverá a la normalidad", pese a que la curva de contagios de coronavirus está acelerándose y aún no llegó a su pico, previsto para las próximas semanas, según el Ministerio de Salud.
El gobierno federal no decretó cuarentena porque Bolsonaro se opone a ella -sostiene que "la economía no puede parar" y el desempleo también "provoca muertes"-, pero en los 27 estados del país rigen, con mayor o menor intensidad, restricciones a la circulación de personas dispuestas por los gobernadores. "Ellos tienen que responder (por el fin de la cuarentena y su impacto económico), ustedes no van a cargar en mis espaldas esa cuenta", había dicho el mandatario días atrás a periodistas.
Mientras tanto, autoridades de San Pablo y Río de Janeiro, los dos estados con más contagios y muertes por coronavirus en Brasil, el país más castigado por la pandemia en América latina, abrieron hoy nuevos hospitales de campaña en sus respectivas capitales.
En San Pablo se habilitó un establecimiento con 268 camas y 800 profesionales en el polideportivo Ibirapuerta y es el tercero de esas características en la capital paulista, donde ya funcionaban uno en el estadio Pacaembú (200 camas) y otro en el centro de convenciones Anhembi (1.800 camas).
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Pese a que los hospitales de campaña están destinados a atender casos menos graves, ya se registraron dos muertes por coronavirus en Anhembi.
San Pablo, el estado más poblado y rico de Brasil, con 46 millones de habitantes, es el epicentro de la pandemia en el país, con 30.374 contagios y 2.511 muertes, según el último balance oficial.
El alcalde de San Pablo, Bruno Covas, anunció que a partir del lunes se bloquearán totalmente algunas calles y barrios de la ciudad para reforzar la cuarentena, con el objeto de evitar el colapso del sistema de salud del área metropolitana, que esta semana ya tenía ocupado alrededor de 80% de las camas de terapia intensiva.
En tanto, la alcaldía de Río de Janeiro inauguró parcialmente -con 100 camas sobre 500 previstas- un hospital de campaña en el centro de convenciones Riocentro, que dipondrá de 300 respiradores que se espera que lleguen de China la semana próxima.
Es el segundo establecimiento de ese tipo montado en la capital fluminense, donde ya estaba en operaciones uno en el barrio de Leblon, y las autoridades locales tienen previsto levantar este mes otros ocho, incluso uno en el legendario estadio Maracaná, según la agencia de noticias EFE.
El estado Río de Janeiro es el segundo más afectado por la pandemia en Brasil, con 10.166 casos confirmados y 921 fallecidos.
Brasil contabilizaba 91.589 infectados (6.209 en las últimas 24 horas) y 6.329 muertes (428 en el último día) por coronavirus, informó esta tarde el Ministerio de Salud.