Se trata de Marcos Fernández, quien sufrió la situación en Matilde, una pequeña localidad de Santa Fe.
Juega en San Juan y lo echaron de su pueblo por no respetar la cuarentena
Marcos Fernández, un futbolista de San Martín de San Juan, debió abandonar su casa en Matilda, una pequeña localidad de Santa Fe, en medio del aislamiento social obligatorio. Sus propios vecinos lo hostigaron durante varios días por tomar la decisión de abandonar San Juan y continuar la cuarentena en su pueblo natal.
El volante central logró regresar a Matilda gracias a un permiso especial que obtuvo luego de que el Gobierno de la Nación extendiera el confinamiento. No obstante la recepción por parte de sus vecinos no fue la mejor en la localidad ubicada en el departamento de Las Colonias, a 35 kilómetros de la ciudad de Santa Fe.
"Tristemente nos encontramos con gente a la cual no le cayó bien que yo hubiera vuelto y se encargó por completo de sacarme, o mejor dicho echarme", escribió Fernández en su cuenta de Facebook, al tiempo que agregó: "Esas personas hicieron hasta lo imposible para que sea así y cuando hacés cualquier cosa para lastimar a otra persona es que te das cuenta lo triste que deben ser".
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Tras esta situación, el jugador se movilizó junto a su familia a la ciudad de Santa Fe, de donde es oriunda su pareja. "Esto quedará como una anécdota de cuando me sacaron de mi propio pueblo por felicidad de algunos pocos. El pueblo en el que me gusta estar, en donde soy feliz, donde hay mucha gente que me hace bien y el pueblo donde quiero que mi hijo viva".
Fernández, de 27 años, comenzó su carrera profesional en Colón de Santa Fe en el 2011. Antes de llegar al Verdinegro en esta temporada, jugó en San Luis Quillota de Chile, Sportivo Las Parejas de Santa Fe, Unión de Sunchales y Sarmiento de Resistencia.