Que el joven cruzara por un lugar no permitido de alguna manera se tomó como una responsabilidad similar al exceso de velocidad del empresario al atropellarlo y matarlo.
La condena a Verdenelli supone que Alan Villouta buscó ser atropellado
El empresario Alejandro Verdenelli (45) fue condenado a tres años de prisión en suspenso y 8 años de inhabilitación para conducir por haber atropellado y matado a Alan Villouta (21). Lo atropelló con su camioneta en el Acceso Sur hace dos años y medio. La pena parece muy baja considerando que un joven murió y una familia quedó destrozada y el conductor no atendió a la victima y se presentó a la justicia 40 horas después. Técnicamente, relativo al delito que se juzgó, el fallo de acuerdo a las pruebas presentadas es consistente.
Sin embargo, por haberse presentado 40 horas después del accidente, de algún modo, el conductor se benefició porque no se pudo establecer con precisión cuánta cantidad de alcohol tenía en sangre al momento de arrollar a Alan.
Una primera aproximación sobre la sentencia a Verdenelli fue que el Tribunal Penal Colegiado N°2 le dio una pena mayor a la solicitada por el fiscal. Fernando Guzzo, jefe de Homicidios, pidió 3 años de prisión en suspenso y 6 de inhabilitación para conducir; pero los jueces Ezequiel Crivelli, Marcelo Gutiérrez del Barrio y Ariel Spektor convalidaron la prisión pero le dieron 8 años de prohibición para manejar.
Quedó una duda dando vueltas en la cabeza de todos: es posible que Verdenelli no se haya dado cuenta que atropelló a una persona.
El empresario conducía una camioneta Porsche Cayenne por el Acceso Sur a la altura de La Barranca, de donde salió de trabajar Alan Villouta, a unos 80 kilómetros por hora. Tal vez podrían ser más, pero los peritos físicos que participaron en el proceso no pudieron establecer la velocidad con precisión. Sin embargo, sí se pudo establecer que Verdenelli excedió la velocidad permitida que en ese sector es de 40 kilómetros por hora. Por ello, es que se lo condenó por el delito de homicidio agravado por conducción negligente (Artículo 84 bis). Pero aún falta la argumentación del fallo que se conocerá el 21 de abril. Difícilmente sea la alcoholización la que haya agravado la pena.
Porque esa fatídica noche, Verdenelli cenó con otra persona en La Marchigiana de Palmares. Allí, según pudieron establecer en el ticket de la adición, abrieron la mesa a las 22 y fue cerrada a la 01. En ese lapso tomaron una botella de vino y dos de fernet. El toxicólogo Sergio Saracco estimó que esa cantidad de alcohol, bebida durante tres horas (minutos antes del accidente) y de acuerdo a la estatura y peso del condenado, no significó un grado de alcoholismo superior al permitido para conducir.
Ver: Verdenelli fue condenado a prisión en suspenso por la muerte de Villouta
Lo extraño es que Verdenelli no advirtió que atropelló a una persona. Se fue a su casa y volvió a salir 40 horas después para entregarse. Dijo en su momento que no escapó del lugar del hecho, que luego se dio cuenta que había sido él quien había protagonizado el accidente.
Esto fue clave para que la alcoholemia no pudiera ser medida fehacientemente sino solo estimada. No se le hizo en el momento, porque Verdeneli afirmó que simplemente no se dio cuenta que había arrollado a una persona, apenas percibió un leve sonido en el chasis de su camioneta. Por otro lado, contó con el patrocinio de uno de los mejores abogados penalistas de Mendoza: Eduardo De Oro.
Ver: Andrés Villouta, papá de Alan: "Esta es la Justicia que tenemos"
En la mecánica del siniestro se tuvo en cuenta que Alan Villouta cruzó el Acceso de noche por un lugar no permitido. Aunque las responsabilidades no se concurren en Derecho Penal, se valoró más o menos igual la irresponsabilidad de la víctima, por intentar atravesar la ruta por un lugar prohibido, con la ausencia de percepción del empresario de haber golpeado con su vehículo al cuerpo del joven, que según los peritos al momento del impacto, salió despedido a una velocidad entre 42 y 57 kilómetros por hora.
Verdenelli conducía al doble de la velocidad permitida, atropelló a una persona y dijo que no se dio cuenta, por lo que siguió hacia su casa. Estuvo casi dos días allí hasta que advirtió que podría haber sido él a quien buscaban por haber matado a un chico. Ya no había posibilidades de test alcoholemia por el tiempo transcurrido. Alan Villouta cruzó por un sector no permitido y se considero que se puso en riesgo, casi casi como que buscó que lo atropellaran, según queda sobre el paño de este juicio.
Ver: El fiscal del caso Villouta defendió la prisión domiciliaria de Verdenelli