El entrenador de Gimnasia extraña el "olor a pasto" y está preocupado por el pago de los sueldos a los jugadores.
Así pasa la cuarentena Diego Maradona
Diego Armando Maradona cumple a rajatabla el aislamiento preventivo obligatorio en su casa de Bella Vista. El astro es un factor de riesgo debido a su condición física y por eso no pisa ni la vereda de su domicilio.
El diario Olé logró "meterse" en el hogar del Diez y conocer cómo atraviesa el entrenador de Gimnasia este confinamiento en tiempos de coronavirus. El doctor Leopoldo Luque y el kinesiólogo Nicolás Taffarel lo visitan casi de manera cotidiana para hacerle un seguimiento de su salud y mantenerlo en movimiento, con leves rutinas de entrenamiento.
Maradona además hace videollamadas todos los días con Sebastián Méndez, su ayudante de campo al frente del cuerpo técnico del Tripero, con quienes siguen de cerca el entrenamiento "home office" del plantel. Entre otras preocupaciones, Diego le manifiesta a su círculo más íntimo que quiere evitar el descenso del Lobo en la cancha y que está preocupado porque la actividad siga detenida y los dirigentes comiencen a tener problemas para abonar el sueldo de los futbolistas.
Diego hace algo de bicicleta fija. La operación en su rodilla no le permite hacer ejercicio fuerte.
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Es por eso que el ex jugador de Barcelona y Napoli, entre otros, llama todos los días al presidente de Gimnasia, Daniel Pellegrino, justamente para interiorizarse sobre la situación económica del club platense. De hecho acordó una rebaja en su salario mientras dure el confimaniento.
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Por último, allegados a Maradona aseguran que Diego no ve la hora que todo vuelva a la normalidad y vuelta a sentir el "olor a pasto" que tanto extraña.
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