Una vez más en Buenos Aires y algunas ciudades del país salieron desde los balcones a solicitar la reducción de los salarios de los funcionarios.
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Este martes cientos de personas volvieron a cacerolear, por segunda noche consecutiva, en Buenos Aires y otras ciudades del país para solicitarle a la clase política un recorte de su salario en medio del aislamiento social, que rige para controlar la propagación del coronavirus. El pedido es similar a la medida que Rodolfo Suarez decidió en la provincia, y a la que se plegaron la Legislatura, la Justicia y el Departamento General de Irrigación. También el Ministerio Público, todos con mayor o menor generosidad o suerte.
La intención de los manifestantes es que todo el arco político, sobre todo a nivel nacional, baje el monto de sus haberes para intentar paliar la crisis económica que está provocando la pandemia del coronavirus. La iniciativa también repercute en las redes sociales bajo el hastag #PolíticosBajenseLosSueldos y #5ACacerolazo. El reclamo tampoco distingue partidos políticos y se extiende a los tres poderes del Estado: Ejecutivo, Legislativo y Judicial.
El fondo del petitorio es claro: muchos argentinos exigiendo la reducción, ya que gran parte de la sociedad hoy ve reducidos sus ingresos y este sector sí cobrará como todos los meses.
En el reclamo muchos solicitaron un tope de $50.000, algo similar a lo que ocurrió en Mendoza cuando Rodolfo Suarez decidió recortar el sueldo de los funcionarios. Esa decisión fue acompañada por la Legislatura provincial, el Poder Judicial y el Departamento General de Irrigación. Así también, varios intendentes de la provincia optaron por plegarse a la campaña.
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