Una experiencia estresante atraviesan un millar de veraneantes argentinos que eligieron Cancún para descansar. El coronavirus les amargó el paseo en el país norteamericano.
La odisea de una mendocina varada en México por la pandemia
Estefanía Valmaceda es una periodista mendocina, entre el millar de personas que como ella quieren retornar a la Argentina desde la bella ciudad mexicana de Cancún, empujados por la pandemia del coronavirus que sacude a buena parte del planeta.
La mendocina pasaba sus vacaciones en la ciudad balnearia junto a una amiga. Tenían previsto regresar la semana próxima y ayer se alteraron todos sus planes. Las viajeras se alertaron porque el gobierno de Panamá avisó que ya no dejará aterrizar aviones a no ser que sea por una urgencia sanitaria. Ahí inició la odisea por el retorno.
Ellas viajaban por Copa Airlines pero ese vuelo quedó diferido para la última semana de abril, y comenzaron a pujar por conseguir alguna butaca en otro avión que las trajera a casa, cosa que aún no logran. Han intentando ya conseguir espacio en algún vuelo especial de Aerolíneas Argentinas pero han quedado relegadas, como también fue un fracaso la gestión en otras líneas aéreas que llegarán al país pero que priorizarán a sus pasajeros con regreso temprano.
Una mirada de la aeroestación de Cancún.
El periplo de las mendocinas incluyó gestiones infructuosas ante la Embajada Argentina en México. Estefanía se lamenta por el colapso que atraviesan los argentinos. Sus vacaciones se convirtieron -además- en sufrimiento donde la incertidumbre es el principal condimento para hacer de la espera un calvario.
Estefanía Valmaceda.
El próximo capítulo de esta historia que se sigue escribiendo es en el mismo escenario aereoportuario donde Estefanìa y su compañera de viaje comenzará a la 3,30 hora mexicana a peregrinar entre las colas de pasajeros esperando que alguien las llame para volver a Mendoza. Una verdadera ruleta.
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