Los acusados del crimen de Villa Gesell llegaron en camión a la alcaidía de Melchor Romero. Allí se encontraron con otras condiciones de encierro.
Los asesinos de Fernando Báez fueron trasladados a otro penal
Los ocho adolescentes detenidos por el crimen de Fernando Báez Sosa, cometido el 18 de enero en la puerta del boliche Le Brique, en la ciudad balnearia de Villa Gesell, fueron trasladados a otra dependencia penitenciaria, donde quedaron alojados con nuevas condiciones de encierro.
Los rugbiers acusados llegaron en camión hasta la alcaidía de Melchor Romero, donde hasta no hace mucho estuvo alojado el cantante de cumbia Rubén Castiñeira, más conocido como Pepo, luego del accidente que protagonizó en donde murió parte de su banda.
El complejo es de máxima seguridad pero a la vez fue reformulado para presos que permanecerán recluidos de manera transitorio. Por ahora los asesinos de Fernando quedarán alojados en el Pabellón 6 de la Alcaidía La Plata 3, lugar donde supo funcionar la Unidad Penitenciaria 29. La principal diferencia será la separación: mientras que antes estaban todos juntos, ahora permanecerán divididos en cuatro celdas de dos personas cada una.
Los acusados fueron trasladados sin mayores anuncios.
Además podrán salir todos los días a un patio interno, pero sin tomar contacto con otros reclusos. Por último, estarán monitoreados las 24 horas y los horarios de visita serán limitados.
El traslado tomó por sorpresa a casi todos los protagonistas de este historia, ya que tanto los acusados como los familiares se enteraron este mismo viernes de la situación.
Los ocho rugbiers oriundos de la ciudad de Zárate, Máximo Thomsen (20), Ciro Pertossi (19), Blas Cinalli (18), Enzo Comelli (19), Ayrton Viollaz (20), Luciano Pertossi (18), Matías Benicelli (20) y Lucas Pertossi (20), fueron despertados muy temprano y llevados en un camión de traslados desde la Penitenciaria 6 de la ciudad de Dolores, situada en Riobamba 251, donde permanecían encerrados por el homicidio de Báez Sosa.
Fernando Báez Sosa fue asesinado a patadas a la salida de un boliche.
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