Un gol mal anulado y dos penales no cobrados ante Atlético Tucumán, bajo el arbitraje de Patricio Loustau.
Las tres jugadas que perjudicaron a River y pudieron cambiar todo
River Plate no le pudo ganar a Atlético Tucumán y, luego de empatar 1 a 1, perdió el título de Superliga en la última fecha en manos de Boca Juniors.
El Millonario dependía de sí mismo y con una victoria en el estadio Monumental José Fierro se aseguraba la primera estrella local de la mano de Marcelo Gallardo. Pero entre el bajo nivel que mostró el equipo en el segundo tiempo y las polémicas intervenciones del equipo arbitral, el resultado no se dio.
Las jugadas que perjudicaron a la Banda fueron tres, una más clara que la otra. La primera llegó en el inicio del duelo, a los 10 minutos de juego, cuando le anularon un gol a Rafael Santos Borré por posición adelantada. Gabriel Chade, juez de línea, levantó la bandera e inhabilitó al colombiano cuando la posición del delantero era lícita.
Lamento millonario.
Las otras dos llegaron en el complemento y fueron situaciones de penal para el visitante, que el árbitro Patricio Loustau omitió. La primera fue a los 6 minutos de juego con una clara falta de Heredia sobre Ignacio Fernández; mientras que la segunda llegó a los 29 minutos cuando Marcelo Ortíz "camiseteó" a Matías Suárez.
Si bien los hinchas explotaron en las redes sociales, Marcelo Gallardo prefirió hablar de los problemas futbolísticos de River antes que culpar al juez, situación que no pasó desapercibida por el propio Loustau, quien aseguró en el programa Estudio Fútbol que "quiero destacar la dignidad de Gallardo, hombre de bien", que pone "su análisis del juego siempre por encima de los fallos arbitrales".
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