Ya no se aplicarán las rebajas previstas para este año; la gran mayoría mantendrá el esquema de 2019, pero en otros distritos subieron las alícuotas del gravamen.
No habrá bajas en Ingresos Brutos: provincias ponen fin al Pacto Fiscal
Luego de haber suspendido Alberto Fernández el Pacto Fiscal entre la Nación y las provincias, la mayoría de los gobernadores de distintas administraciones consultados por diario La Nación han dicho que, "por ahora", no tienen previsto aumentar el impuesto a los ingresos brutos (II.BB.) ni tampoco sellos.
"Eso sí, ya quedó en el pasado la baja de impuestos que estaba prevista para estos años y se mantendrá la presión fiscal que existió en 2019. Solo algunas provincias avanzan en alguna suba sectorial", de acuerdo al mismo matutino.
Esos son los dos gravámenes provinciales alcanzados por el acuerdo que el presidente de la Nación, a pedido de los propios gobernadores, resolvió dejar sin efecto por un año. "La no reducción de presión tributaria en 2020 implica unos $60.000 millones de recaudación. La clave es que el nuevo texto no establece un límite a las alícuotas", recuerda La Nación.
Para las provincias más chicas II.BB. tiene un peso importante en su recaudación, en promedio implica el 75% de lo que ingresa como recursos propios. "Los gobernadores prefieren subir ese impuesto, que queda disimulado en el precio final de un producto, y no los patrimoniales, que tienen un mayor impacto en la percepción de la población general a pesar de que II.BB. tiene un efecto cascada que lo hace muy nocivo. Nadie quiere correr con el costo político de subir los impuestos a las propiedades o a los automotores", de acuerdo al mismo matutino.
La Nación refiere que "en Entre Ríos, Mendoza, Tucumán y La Rioja voceros de los gobernadores indicaron que las alícuotas no tendrán cambios respecto de 2019; frenaron las reducciones, pero no avanzarán tampoco en sentido contrario".
A su vez, desde el Iaraf, el economista Nadin Argarañaz subraya que en el mejor de los casos la carga tributaria quedará como estaba en 2019. "En Buenos Aires, por ejemplo, la suba de la presión para determinadas actividades fue muy importante. El camino es el inverso al que debería recorrerse; seguiremos analizando si con el paso de los meses otras administraciones modifican su esquema en función de sus necesidades", agregó.
El impuesto a los ingresos brutos no poder deducirse de la etapa previa de la cadena de producción y comercialización, pasa a ser un costo adicional tanto para las empresas productoras o comercializadoras como para el consumidor final.