Era empleado de una heladeria en 2003. Por una discusión con un mecánico, mató a una mujer y a un chico de tres años a mazazos. Debate. ¿Se puede recuperar una persona con rasgos de psicópata?
La historia del preso por un doble crimen que se recibió de abogado
Hace días, un detenido en Boulogne Sur Mer fue el primer abogado que se recibió en contexto de encierro. En 2003 cometió un doble crimen que incluyó a un niño de tres años. La historia del caso y la opinión de especialistas sobre la reinserción de alguien que fue considerado, en su momento, como psicópata.
A media tarde del sábado 31 de mayo de 2003, un joven llamado David Sánchez, de poco más de veinte años, ingresó a un taller eléctrico de Gutiérrez, departamento de Maipú. El joven estaba molesto con el dueño del negocio. Pero el hombre no estaba. Sánchez encontró en el taller a María Elena Miculi (33), la esposa del mecánico que buscaba y al sobrino de ambos, Renzo Pérez de apenas tres años. Pocos minutos después, Sánchez salía del lugar en un auto del dueño del local. Y fue a buscar a su novia para dar un paseo. En el lugar quedaban los cadáveres de la mujer y el bebé: ambos habían sido muertos a mazazos.
El 20 de febrero de este año, 17 años más tarde, el mismo David Sánchez, el mismo que mató a la mujer y a al nene de 3 años, celebraba su título de abogado en la cárcel y se convertía en el primer preso que accede a ese logro con el régimen de contexto de encierro mediante un programa de la UNCuyo.
El joven Sánchez de 2003 era un joven en apariencia normal hasta que mató brutalmente. De acuerdo con los recuerdos de quienes participaron en la investigación del hecho, Sánchez mantenía problemas con el dueño de un taller mecánico por la compra-venta de una moto. "Esos problemas que suele haber en ese tipo de transacciones", dice un ex policía que participó en la pesquisa.
El doble crimen, por lo brutal (incluía a un bebé), fue cubierto profusamente por los medios. Sánchez, dejó huellas en el lugar del hecho e incluso hubo una testigo que escuchó los gritos de las víctimas. Fue detenido días después cuando el dueño del taller (marido de la víctima) dijo que Sánchez era la única persona con la que tenía problemas. Luego su novia, a la que había ido a buscar en auto después del hecho, se quebró: "me dijo que había matado a dos personas" y además "que sus manos estaban rojas y olían a sangre". Las pericias hechas con la ropa del acusado hicieron el resto. Y Sánchez fue a parar a la cárcel de Boulogne Sur Mer. El acusado, en todo momento, negó los hechos. Y el arma homicida (un martillo o una maza, según las pericias) nunca fue hallada.
"El asunto puntual de si una persona con rasgos psicopáticos puede recuperarse es de los más difíciles de la psiquiatría. Y cuenta con distintos puntos de anclajes que tiene que ver con la personalidad y sus rasgos persistentes, como los patrones emocionales y el modo de conectarse con la realidad", indica un especialista.
En el juicio oral, llevado a cabo en diciembre de 2004 por la Quinta Cámara del Crimen, se preveía una condena dura, ya que las pruebas en contra de Sánchez resultaban abrumadoras, por más que su novia, al declarar en el debate, cambió sus dichos en comparación con la instrucción. De modo que el acusado fue hallado culpable de los delitos de "doble homicidio en ocasión de robo en concurso real con coacción".
La condena a 36 años fue -en su momento- la más abultada de la Justicia local: los jueces Rafael Escot, Gonzalo Guiñazú y Laura Gil de Chales hicieron la siguiente sumatoria: 12 años y medio por la muerte de la mujer y 25 por la del niño. La querellante oficial, Mabel Osorio había solicitado 40 años y el fiscal Ricardo Bianchi, tres décadas de encierro. La querella, en su alegato, se basó en los informes psiquiátricos que definían al condenado como "un psicópata", y remató con la frase "constituye una amenaza para la sociedad". El fallo, basado en la ley de defensa de la democracia permitió aumentar en un cincuenta por ciento la pena máxima prevista por entonces en el Código Penal, fue "ejemplificador y sentaba precedentes", según los magistrados.
"Un interno de estas características es evaluado periódicamente por especialistas del Cuerpo Médico Forenses y el informe que se le entrega al juez es una foto de ese momento de la psiquis del paciente. Los psicópatas se caracterizan principalmente por la ausencia o la capacidad mínima de ponerse en el lugar del otro y entenderlo, hacer propias sus emociones y sus sentimientos. Pero esta falta de empatía no está necesariamente entre las características que definen al trastorno psicótico aunque en casos puede darse, y especialmente cuando existe deterioro cognitivo asociado", opina una psiquiatra consultada y especialista en pacientes privados de libertad.
En la sala estuvieron presentes los padres del nene asesinado pero cuando declaraban los peritos de científica y los médicos se les pedía que los retiraran para resguardarlos. En una de esas salidas, la madre de Renzo dijo: solo quiero saber quién mató a mi hijito y por qué". El imputado la miró y se llevó la mano al pecho, como señalándose pero no dijo nada. En el debate, hasta el final, Sánchez negó los hechos.
Después de dar su último examen en el penal, David Sánchez -visiblemente emocionado- agradeció a los presentes y en especial a su familia, por haberlo acompañado en este momento tan importante de su vida. "Su familia nunca dejó de visitarlo en los 17 años que lleva acá", explicó un penitenciario.
"Siempre había pensado en estudiar, pero errores que uno comete, principalmente cuando es joven, me llevaron a estar preso y todo eso quedó frustrado. Después, la llegada de la universidad a la cárcel hizo que ese interés volviera y pudiese tener la posibilidad de cumplir ese objetivo", dijo Sánchez quien no puede salir de la cárcel todavía y deberá hacer las pasantías obligatorias en la sala que el penal les ofrece a los abogados defensores de presos en Boulogne Sur Mer.
El año que viene se cumplirán 18 años del doble crimen, lo que equivale a la mitad de la condena de Sánchez; entonces estará en condiciones de solicitar algunos beneficios como salidas transitorias por horas para después volver a dormir al penal. Y con las dos terceras partes cumplidas -siempre que la conducta sea buena- en 2028, Sánchez estará en condiciones de pedir la libertad condicional.
Con respecto a su futuro, el hombre dijo el día de su último examen que "me gustaría trabajar en algún lugar en donde mi conocimiento, no solo académico sino también de vida, resulte de ayuda para ofrecer una mirada diferente y sea una participación vinculante respecto de lo que son las normas dentro del sistema carcelario".
Según el Derecho Penal, "El psicópata será imputable solo si es capaz de comprender la ilicitud de sus actos o dirige sus acciones conforme a esa comprensión. Será inimputable, si su voluntad se ve afectada por enfermedad mental, siempre y cuando fueren analizados de manera particular y contemplando las circunstancias de cada caso".
"La llamada condena social, que viene de la mano de los medios de comunicación, constituye la mayor dificultad por la que una persona no se puede reinsertar en la sociedad. Hay ejemplos para ambos lados: presuntos psicópatas que se recuperaron y otros que no, que volvieron a hacer daño. Por eso no existe o es muy difícil determinar si un psicópata es o no recuperable", finalizó otro de los expertos consultados.