Es una de las naciones más desarrolladas, pero con la juventud más descontenta
Así es Corea del Sur, el país retratado en "Parasite" que ganó el Oscar
El Oscar a mejor película recayó este año, por primera vez, en una producción de habla no inglesa: Parasite ("Parásitos"), retrató con humor negro las relaciones entre pobres y ricos en Corea del Sur.
¿Pero es tan amplia la brecha entre ellos? Con una tasa de desempleo de apenas el 3,6%, tener trabajo en Corea del Sur no debería ser difícil ni tomar mucho tiempo.
De los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), el club de las naciones más ricas del mundo, es el que tiene la menor tasa de desempleo de larga duración: 1,4%.
Además, su eficiente sistema sanitario, acompañado de un estilo de vida saludable, lo ayudan a entrar en la lista de 10 países con mayor esperanza de vida.
Tras ser escenario de conflictos devastadores como la Segunda Guerra Mundial (1939-1945) o la Guerra de Corea (1950-1953), en pocas décadas Corea del Sur se reinventó como una economía industrializada y líder en innovación tecnológica, mejorando las condiciones de vida de sus ciudadanos.
Sin embargo, los surcoreanos no parecen estar muy contentos con su situación actual: tres de cada cuatro jóvenes de entre 19 y 34 años quiere irse del país, según una encuesta publicada en diciembre por el diario The Hankyoreh.
Es más, ocho de cada 10 ven a Corea del Sur como un "infierno".
Shin Hyun Bang, profesor de Estudios Urbanos de London School of Economics (LSE) especializado en Asia, explicó que la nación ha sufrido grandes cambios en los últimos 20 años que todavía no han sido asimilados.
Tras casi dos décadas creciendo cada año a un promedio de 9%, Corea del Sur fue uno de los países más golpeados por la crisis financiera asiática que estalló en 1997. Al año siguiente, su PBI registró una caída superior al 5%, según datos del Banco Mundial.
"Como el desarrollo del país fue tan rápido durante el siglo XX, hay una memoria vívida entre la generación más adulta de las oportunidades a las que tenían acceso en los 70 o a comienzos de los 90, cuando la economía se expandía y los empleos ofrecían seguridad", le explicó Shin a BBC Mundo.
"Pero desde entonces esto ha cambiado, haciendo que el nivel de desigualdad que la gente teme sea mayor que el objetivo".
El coeficiente de Gini suele ser la medida más usada para evaluar la inequidad en una sociedad y consiste en un rango del 0 al 1, donde las cifras más cercanas al 0 indican mayor igualdad que las próximas al 1. El de Corea del Sur se ubica en el 0,35, según la OCDE. Es decir, por debajo del 0,46 de Chile y México o incluso del 0,39 de Estados Unidos; aunque lejos aún del 0,29 de Francia o el 0,26 de Dinamarca.
Las personas mayores y los jóvenes son los más afectados por la pobreza en Corea del Sur.
"Ahora presenta un ritmo de crecimiento como el de los países desarrollados y eso significa que no está sacando a la gente de la pobreza en la forma en que lo hacía antes, así que hay una sensación de que la gente está estancada", le dijo a BBC Mundo Owen Miller, profesor de Estudios Coreanos en la Escuela de Estudios Orientales y Africanos (SOAS) de la Universidad de Londres.
Por otro lado, tras la crisis, el país asiático experimentó una flexibilización laboral que, según Miller y Shin, dio pie a grandes diferencias de oportunidades entre generaciones y falta de estabilidad laboral.
"Pasaron de una situación en la que la mayoría tenía un empleo estable en una compañía a otra en la que la mayoría trabaja con contratos eventuales. Entonces, hay más inseguridad, más desigualdad y menor tasa de crecimiento", aseguró Miller.
"Otra cosa de la que hablan mucho los surcoreanos es la competencia intensa: todos quieren ir a las mejores universidades, todos quieren que a sus hijos les vaya bien. Pero todo esto es psicológicamente dañino", explicó.
"Como durante décadas ir a la universidad se veía como lo más deseable y la mejor manera de conseguir un empleo de cuello blanco y seguro, ha acabado convirtiéndose en uno de los países con las tasas más altas de graduados universitarios del mundo".
Según el banco central, el país sufre de un problema de "sobreeducación" que genera un subempleo del que es difícil salir: tres de cada diez surcoreanos tiene un trabajo para el que está sobrecalificado y lleva al menos tres años en esa situación.
"Creo que estos empleos no cumplen las expectativas de la generación más joven, que tiene títulos universitarios. Quien ha ido a la universidad tiene expectativas de conseguir ciertos puestos".
"Hoy en día, eso se basa mucho en la riqueza familiar y por eso creo que Corea del Sur es el país con mayor gasto familiar en educación del mundo".
"Si bien la mayoría va a escuelas públicas, todos reciben educación externa al sistema escolar, casi sin excepción. Se trata de cuánta educación extra le puedes dar a tus hijos. Si eres de una familia pobre, podrás darles algo, pero no será suficiente para que estén al mismo nivel que el hijo de una familia de clase media o rica".
Esforzarse en los estudios ya no se ve como la clave para ascender en la escalera social: "La gente siente que eso ya no es posible, que la clase media y la rica han monopolizado las buenas universidades, los buenos colegios y el acceso a los buenos trabajos".