Expertos advierten sobre los riesgos de la economía mundial derivada de las catástriofes climáticas
Qué son los "cisnes verdes" que podrían hacer cambiar la economía mundial
Luego de la crisis económica que afectó a gran parte de los países del mundo en 2008, los economistas comenzaron a utilizar el concepto de "cisne negro" para referirse a ciertos eventos poco frecuentes que tienen un fuerte impacto negativo o catastrófico en las finanzas.
La semana pasada, el Bank for International Settlements (BIS), conocido como "el banco de los bancos centrales", con sede en Basel, Suiza, publicó el libro "El Cisne Verde". Allí, los autores crearon la metáfora de un cisne verde para referirse a una crisis financiera provocada por el cambio climático.
"Los cisnes verdes son eventos con un potencial extremadamente perturbador desde el punto de vista financiero", le dijo a BBC Mundo Luiz Pereira da Silva, director general adjunto del BIS y coautor del estudio.
Ver también: "La tormenta Ciara casua trastornos en Europa y cerraron la Torre Eiffel"
Explicó que los fenómenos meteorológicos extremos, como los incendios en Australia o los huracanes en el Caribe han aumentado su frecuencia y magnitud, provocando grandes costos financieros a las naciones.
Esos costos, asociados a recortes en la producción, alzas repentinas de precios o destrucción física de centros productivos, pueden tener un impacto directo tanto en el crecimiento económico de un país, como en la salud financiera de empresas e instituciones financieras.
"Si hay un efecto cascada en la economía, otros (sectores) también sufrirán pérdidas. Todo esto podría terminar en una crisis financiera", dice Pereira da Silva.
A ese escenario se suman otros riesgos que el experto llama "riesgos de transición", los cuales son altamente peligrosos.
Estos ocurren cuando, por ejemplo, hay un cambio abrupto en las regulaciones, como podría ser una repentina prohibición para extraer combustibles fósiles.
O si se produce un cambio inesperado en la percepción del mercado y, por ejemplo, los dueños de ciertos activos financieros deciden deshacerse de ellos repentinamente.
En este caso, si produce un efecto cascada, el pánico contagia a otros inversores que terminan tirando activos a la basura.
A la solución hay que crearla
Los autores del libro advierten que los modelos predictivos del pasado no están diseñados para responder a esta nueva amenaza climática.
Pero más allá de eso, los autores advierten que si se produce una crisis financiera como ocurrió en 2008, los bancos centrales ya no tendrían cómo "salvar al mundo".
En esa oportunidad, los bancos centrales jugaron un rol vital para contener una catástrofe económica bajando las tasas de interés a niveles históricamente mínimos.
Pero más de una década después, las tasas aún están bajas, lo que no les deja poco espacio de maniobra para estimular las economías y empujar el crecimiento económico.
Larry Fink, director ejecutivo de BlackRock, el mayor fondo de administración de activos del mundo, advirtió a mediados de enero que el cambio climático está a punto de desencadenar una gran reforma.
"Estamos al borde de un cambio fundamental del sistema financiero", escribió Fink en su carta anual a los accionistas, en la cual explicó que "el cambio climático se ha convertido en un factor determinante en las perspectivas a largo plazo de las empresas" y anticipó que tendrá lugar una importante reasignación de capital "antes de lo previsto".
"El cambio climático es casi siempre el tema principal que los clientes de todo el mundo le plantean a BlackRock. Desde Europa a Australia, América del Sur a China, Florida a Oregón, los inversores preguntan cómo deberían modificar sus carteras de inversión", agregó.