Todos los tripulantes permanecerán en cuarentena por 18 días.
Repatriaron dos aviones a Brasil por el coronavirus de Wuhan
Los dos aviones fletados por el gobierno de Brasil con 34 brasileños y sus parientes repatriados de la ciudad china de Wuhan, epicentro del coronavirus, aterrizaron este domingo en la base de Anápolis, estado de Goiás, donde permanecerán en cuarentena durante 18 días.
El trayecto desde China duró más de 30 horas, con escalas en Urumqi (China), Varsovia (Polonia), Las Palmas (España) y Fortaleza, esta última ya en territorio brasileño, informó la agencia de noticias Efe.
Al entrar en el espacio aéreo nacional, el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, dio a la bienvenida a las personas a bordo en un mensaje en el que agradeció el trabajo de las autoridades implicadas, una misión que calificó de "éxito".
"Nadie se quedó atrás. Somos un solo pueblo, una sola raza, somos hermanos", dijo Bolsonaro en el mensaje divulgado por el Ministerio de Relaciones Exteriores, que coordinó la evacuación junto con las carteras de Defensa y Salud, y las Fuerzas Armadas.
Aunque en un primer momento Bolsonaro se opuso a repatriar al grupo de brasileños que estaban en Wuhan, luego cambió de opinión y decidió dar luz verde a la que se denominó "Operación Regreso a la Patria Amada".
Ver: Muertos por coronavirus ya superan a las víctimas de gripe aviar en un mes
Los evacuados permanecerán ahora en cuarentena en el hotel de la base aérea de Anápolis, que ha sido adaptado para la ocasión.
En caso de que alguno presente síntomas del coronavirus (2019-nCoV), que dejó en China al menos 811 muertos y más de 35.000 infectados, será inmediatamente trasladado en helicóptero al Hospital de las Fuerzas Armadas, en Brasilia, a unos 140 kilómetros de Anápolis.
En una nota oficial, Brasil agradeció en la víspera al gobierno chino por "autorizar prontamente el aterrizaje de las aeronaves brasileñas y facilitar los trámites necesarios para la evacuación de los brasileños y sus familiares".
También expresó su reconocimiento a los Gobiernos de Polonia y España por la solidaridad prestada al permitir la escala de los aviones de la FAB tanto en el viaje de ida, como en la vuelta.