Es uno de los hombres importantes en la política de seguridad del gobierno nacional. Fue Secretario de Seguridad en Chubut. Una vez, "hizo" de delincuente.
El día en que un alto jefe K de una fuerza de seguridad hizo de chorro
José Alejandro Glinski supo ser una de las "estrellas" chubutenses en el firmamento kirchnerista, durante el segundo gobierno de Cristina. Oriundo de Comodoro Rivadavia, la Capital Nacional del Petróleo, llegó a ser Ministro de Seguridad durante el gobierno de Martín Buzzi, entre 2011 y 2015. Cuando Buzzi se recostó en el kirchnerismo, Glinski fue en ascenso.
Glinski ahora es jefe de la PSA, la Policía de Seguridad Aeroportuaria, y acaba de resolver que los miembros de la PSA no vayan armados cuando están fuera de servicio. Una medida muy en línea con el habitual pensamiento híper K de protección de la delincuencia.
El ahora jefe de la seguridad de los aeropuertos supo ser un apasionado de la actuación. De hecho, participó en un corto que fue premiado por Telefé en 2005. Allí, hace de infortunado ladrón de cajas fuertes. Lo increíble del caso es que años después, ya como ministro en octubre de 2014, se lo "llevó puesto" una fuerte ola de golpes comando a importantes empresas de las ciudades de Trelew y Rawson, en los que se llevaban o "reventaban" las cajas fuertes. Fueron objeto de aquellos golpes concesionarias, constructoras, una lanera, y el diario El Chubut, uno de los más importantes de la Patagonia. En aquel momento, a Glinski lo reemplazaron por un general del Ejército al frente de la seguridad provincial.
Cuando volvió al llano, Glinski se volcó a los medios y adquirió una radio en Comodoro Rivadavia. Se trata de "La Cien Punto Uno", que le había comprado al senador nacional Alfredo Luenzo, también periodista y de estrechas vinculaciones de negocios y de amistad con Cristóbal López. Hasta su designación en la PSA, Glinski conducía la mañana de su radio junto a dos periodistas locales en Comodoro.
En el corto de 2005, titulado "Detector de Mentiras", Glinski hace de delincuente. Pero termina mal. Es el que muere en medio de un atraco a una escribanía. Se lo ve de buzo azul-celeste, barba y gorrito. El corto pertenece a una escuela de teatro y obtuvo una mención de Telefé en aquel año.
Aquí, se lo puede ver completo. Más allá de la actuación del ahora jefe de la PSA, hay que decir que está bien hecho, y la trama es entretenida:
Imágenes y fuente: Diario El Chubut.