El día que el “Chapo” Guzmán recaló en Argentina

La fuga de Joaquín “El Chapo” Guzmán, uno de los capos narcotraficantes más peligrosos del mundo, de una cárcel de máxima seguridad, fue considerada “una afrenta al Estado” por el presidente de México, Enrique Peña Nieto, quien movilizó no solo a las fuerzas federales de su país sino también a Estados Unidos, Guatemala, El Salvador, Honduras y la Interpol.

La historia parece lejana, extemporánea incluso, pero no es así. Guzmán supo dejar su huella en Argentina. Los detalles los revela el periodista Luis Gasulla en su libro “El negocio de los Derechos humanos” (Sudamericana, 2012). Vale la pena releerlo:

A principios del 2008, la Embajada de Estados Unidos aseguró que parte del dinero para la campaña de Cristina Fernández provino del tráfico de estupefacientes y del gobierno de Venezuela –aún se recuerda el escándalo de la valija de Guido Antonini Wilson–. El cártel de droga señalado es el de Sinaloa, dirigido por Joaquín Chapo Guzmán Loera, uno de los hombres más buscados del mundo, más aún luego de su fuga del penal de Puente Grande, a tan solo 50 días de asumir la Presidencia de México, Vicente Fox Quesada, el 19 de enero del 2001, efectuado con la colaboración de autoridades federales y hasta de los visitadores de la Comisión Nacional de Derechos Humanos Mexicana. El “chapo” visitó la Argentina en varias oportunidades.

Las fechas en las que estuvo en la ciudad de Resistencia coinciden con los viajes efectuados por Schoklender a esa provincia. La presencia del “Chapo” en oficinas en Puerto Madero, merced a las supuestas gestiones de un ministro bigotudo del gobierno argentino, es una información que quema. Un ex policía que denunció a sus ex compañeros por estar implicados en el tráfico de estupefacientes en el barrio de Núñez, conoció el dato al ser chofer de uno de ellos. Hoy maneja un taxi, se hace llamar Carlos y prefiere no hablar del tema pero asegura que en Resistencia, las valijas con dinero eran algo común y su maletero no era únicamente el ex apoderado de la Fundación. En el año 2008, el desaparecido diario “Crítica de la Argentina” publicó que la Argentina sería una de las sedes del cártel de Sinaloa, el más poderoso grupo de narcos de México. El 19 de julio del 2008, nueve mexicanos fueron detenidos en un laboratorio de Ingeniero Maschwitz.

Pertenecían al cártel del “Chapo” Guzmán. Los hombres trabajaban día y noche produciendo en la “cocina” drogas sintéticas, específicamente metanfetaminas, con destino europeo. El cártel tiene una estructura empresarial alejada del prototipo de bandas de delincuentes y matones que reflejan las películas hollywoodenses. A partir del 2003, comenzaron a surgir empresas fantasmas en la Argentina que blanqueaban capitales para invertirlos en obra pública. Monetización S.A. era una financiera donde cambiaban los cheques el asesinado Sebastián Forza y la Fundación Madres de Plaza de Mayo. El escritor y periodista mexicano, José Reveles, cuenta que en su país una financiera de las características de Monetización fue investigada por lavar dinero del narcotráfico perteneciente al poderoso “Chapo” Guzmán. Al periodista no le sorprenden los alcances del brazo de Guzmán en la Argentina y, advierte que el tema del narcotráfico, no fue aún abordado en profundidad por sus colegas argentinos. “Es una corporación internacional que controla al menos 3.500 empresas”, informa Reveles.

Junio del 2011. En Resistencia bajan la voz para mencionarlo: “Hay algo más. Los movimientos del “loco” eran extraños, averiguá en el Casino”, me dice en voz baja el dueño de un conocido restaurante de la ciudad. Lo mismo repiten dos periodistas de medios locales con el grabador apagado. Mencionan los nombres de algunos funcionarios de extrema confianza del gobernador Jorge Capitanich. No son pocas las fuentes que sospechan sobre los motivos reales de los viajes relámpago de Schoklender en avión rumbo a Santa Cruz de la Sierra en Bolivia y a Paraguay. El gobernador chaqueño, responde sobre los vuelos a los países limítrofes de Schoklender: “Los jugadores compulsivos son así. Se cansan de los bingos de la provincia y salen a buscar diversión en otros países. Estaba enviciado”. Vaya paradoja, el dueño de los casinos de Santa Cruz de la Sierra es un argentino llamado César Mendoza. Está convencido de que jamás vio, en sus casas de juegos, a Sergio Schoklender. En el año 2003, el mediático Jacobo Winograd dijo sobre el ex apoderado que era habitual verlo en el Casino de Puerto Madero gastarse más de diez mil pesos en una sola tarde, “tomando champagne y lléndose con las mejores putas”.

Sin embargo, en el mejor hotel de Resistencia, Amerian, ubicado en la calle céntrica Juan Domingo Perón al 300, lindante al Casino Gala, tampoco se lo vio jugar a las “maquinitas”. Sergio se hospedaba junto con sus matones en un piso entero del lujoso hotel. Así lo recuerdan los mozos, que atendían a su “gente” en las continuas visitas a la ciudad. Cuando llegaba Schoklender, salían a comer a un fast–food, en la misma manzana del Hotel que se mantenía cerrado al público, por su visita. Sergio habría resuelto las cuestiones administrativas con constante giro de dinero a funcionarios de la gobernación, trámite que habría realizado por las mañanas. Luego almorzaba en el fast–food a las 17 horas y, más tarde, desaparecía. En el Hotel Amerian, Schoklender no utilizaba ni el gimnasio, ni el sauna, ni la piscina; solo dormía en su habitación pasando desapercibido.

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Rolando Núñez coordina el Centro Mandela en Resistencia que realiza denuncias de todo tipo y es consultado por periodistas de todo el mundo. Miguel Chamorro, un militante social vinculado con la lucha contra el narcotráfico, también es solicitado por periodistas extranjeros. Un colega francés publicó en su país una extensa investigación sobre los movimientos financieros y los contactos políticos del narcotraficante mexicano Guzmán, en la Argentina. “El Chapo” habría ingresado al país, afirma el periodista, por una carta de recomendación de un organismo argentino de derechos humanos que habría sido elevado a la Presidenta de la Nación. Cuando conocí a Antoine, el periodista estaba detrás de las jugosas inversiones de la lugarteniente de Guzmán, la mexicana María Alejandra López Madrid, en pequeñas iglesias evangelistas en el norte argentino, con el propósito de lavar dinero sucio.

En el Chaco, periodistas e investigadores como Chamorro y Nuñez vinculan a López Madrid con el ex Subsecretario de Culto, José Mongeló que, el 10 de diciembre del 2011, asumió su banca como diputado nacional del Frente Para la Victoria. Chamorro, excepto con Mongeló, a quien califica como “la línea de flotación con otros negocios” no afirma que funcionarios del gobierno provincial estén vinculados al narcotráfico pero sí que son “facilitadores”, pues omiten denunciar, investigar y hacen “la vista gorda” en hechos que el resto de los mortales verrían. El periodista José Reveles menciona al funcionario y allegados al mismo, en actos vinculados al narcotráfico y lavado de dinero.

Así, en agosto del 2009, el templo evangélico “La Roca” fue ofertado por un mexicano que se presentaba como profeta conocido como Jerónimo López Valdez quien pretendía tomar la iglesia como fachada para otros fines. La gestión era manejada directamente por López Madrid con colaboración dentro del gobierno provincial. El encargado del templo, Gilberto Monzón, denunció a María López Madrid como “cabecilla del cártel mexicano de Sinaloa”. Ese año, la financista fue arrestada en Paraguay. En marzo del 2012, en comunicación telefónica, Monzón afirmó que la historia era cierta pero luego se contradijo cuando le pedí mayores precisiones sobre los implicados. Arrepentido afirmó que al final quedó en la nada y que era “todo cuento”. Monzón pidió no hablar el tema por teléfono. Mongeló, según “La verdad incómoda” publicado por Reveles, habría canalizado subsidios millonarios a la iglesia como pretexto para sugerir que el pastor mexicano se encargara del templo. La Iglesia Evangélica del Nuevo Milenio de Resistencia, quiso ser utilizada como una "pantalla" para el giro de divisas hacia el exterior y lavar dinero.

En el Chaco, en los últimos años, han proliferado las pistas clandestinas en el interior de la provincia donde aterrizan aviones que traen estupefacientes desde países limítrofes. A veces, los aviones vuelan a escasa altura y, sin aterrizar, tiran la mercadería en los campos para luego ser recogidas. En el Chaco existe un solo juzgado federal que maneja 23 mil causas, muchas ligadas al narcotráfico y al lavado de dinero. No son pocos los investigadores que relatan las similitudes en el accionar de los “inversores” mexicanos con Schoklender. La Fundación, en Chaco, habría sido una “pantalla” para generar nuevos negocios.

El jueves 15 de septiembre del 2011, el propio ex apoderado se presentó en la Comisión de Asuntos Constitucionales y de Vivienda del Congreso Nacional y declaró que la Fundación era “una caja” de la política. Lo que no relató es que la semana previa, cuando el país hablaba de él, viajó repentinamente a Resistencia para retirar documentación de las oficinas lindantes al Hotel Amerian y terminar algunos negocios pendientes. Lo volvería a hacer en, al menos, dos oportunidades más para “arreglar cuentas” con Jorge “el negro” Franco, la mano derecha del gobernador en la obra pública.

Se reunieron pasadas las 23 horas en el Hotel Covadonga. Los testigos del encuentro se cuentan con los dedos de una mano. Conjeturan que Schoklender le habría entregado sendos informes del estado de las obras, el destino de los fondos públicos y para mantener el contacto para nuevos emprendimientos. Jorge Franco, a cargo de la Unidad de Proyectos y Programas Especiales, que oficiaba de nexo entre las distintas áreas del gobierno provincial con Sueños Compartidos, es señalado como un hombre que habría hecho dinero fácil en la política, lo perdió luego de separarse de su pareja a cuyo nombre habría puesto la mayoría de sus bienes y, en los últimos años, se habría acostumbrado a manejarse en lujosas camionetas y a gozar de los placeres de la vida.