Ezequiel Chimy Ávila pasó por muchas situaciones y hoy se encuentra en el mejor momento de su carrera.
Dejó el fútbol para ser albañil y ahora podría jugar en el Barcelona
Ezequiel Chimy Ávila, actualmente juega en el Osasuna de España, está cuarto en la tabla de goleadores de La Liga y hoy suena para reforzar al Barcelona de Lionel Messi, luego de que se confirmara la lesión de Luis Suarez que lo dejará cuatro meses fuera de las canchas. El argentino pasó por las inferiores del Espanyol, debutó en la Primera de Tiro Federal a los 16 y se alejó de las canchas para trabajar como albañil. Sin embargo, luego volvió, se puso la camiseta de San Lorenzo y partió rumbo a Europa. Sus goles hicieron que el club de Pamplona decidiera subirle la cláusula de recisión a 25 millones de euros.
El rosarino nació en un humilde barrio en noroeste de la ciudad. Cuando era chico sus padres se separaron y él con sus ocho hermanos se quedaron a cargo de su madre. A entrenar llegó a ir descalzo y a caballo. A los 20 tuvo su primera hija con su actual esposa. La pequeña estuvo al borde de la muerte y el jugador prometió cambiar de vida si ella se salvaba.
Para ese entonces ya había decidido colgar los botines y trabajar en la construcción, incluso aseguró que coqueteó con la delincuencia. Sin embargo, la niña salió adelante y por eso decidió volver a hacer lo que mejor sabía, jugar a la pelota. Al Ciclón arribó en 2015 y de forma increíble lo hizo en condición de libre desde Tiro Federal. Ahí disputó muy pocos partidos y jugó apenas 800 minutos, casi todos bajo las órdenes de Edgardo Bauza, y fue cediendo lugar con los sucesivos técnicos.
Fue así que terminó en el Huesca, en la Segunda División de España. Sus actuaciones hicieron que los navarros pusieran sus ojos en él pagaron los 2.7 millones de euros que costaba su pase.
Actualmente está cuarto en la lucha por el Pichichi, solo por detrás de un tal Lionel Messi, Karim Benezema y Luis Suarez. Justamente, la lesión del uruguayo que lo tendrá cuatro meses sin jugar hace que el nombre del Chimy suene en los pasillos del Camp Nou.