Termina un año, arranca otro, y eso puede ayudar a reflexionar respecto de cómo somos. Un poco de empatía y solidaridad no vendrían nada mal. Y dejar de lado algunas conductas de miér...coles.
2020: el año en que los mendocinos podemos dar un salto de calidad
Dicen que una gran crisis es una gran oportunidad. No hay crisis a la vista, no al menos ninguna "dramática", pero sí la chance de dar un salto de calidad (siempre la hay).
Este 2020 podría ser el momento justo para que los ciudadanos mendocinos dejemos de lado algunos vicios insoportables que tenemos y empecemos a pensar un poco en los demás. Porque, hay que decirlo, nosotros también somos "el otro". Ergo, eso nos volverá como un búmeran.
Pero antes que eso, hay algo más importante: reconocer que somos jodidos. Porque si no lo reconocemos, jamás lograremos cambiarlo. A las pruebas remito: ¿Es de buen conciudadano estacionarse en doble o triple fila, entorpeciendo a los que intentan circular por los carriles pertinentes para autos?
Más aún: ¿Cómo calificar a aquellos que estacionan a la salida de estacionamientos o en rampas para discapacitados? Bien menduco todo eso.
Ni que hablar de los que pasan semáforos en rojo o manejan alcoholizados, pensando que pueden dominar cualquier situación. La ciencia ha demostrado que eso no es posible.
¿Y los que estacionan en la vereda, dificultando el paso de los peatones, sobre todo los discapacitados, que deben descender a la calle para pasar? No hay hijaputez más grande.
También están aquellos que giran en U, o que se creen grandes "pisteros" y andan a 200 Km por hora en cualquier calle de la ciudad. Todos se cagan en todos.
¿Y los que se paran en la senda peatonal, obligando a los que cruzan a arriesgarse a ser atropellados por los autos que pasan "en verde"? No nos falta nada realmente.
Por eso, en este incipiente 2020, en el cual todo está por ocurrir (y todo puede ocurrir), sería muy oportuno y conveniente que empezáramos a cambiar esas actitudes de porquería.
Es nuestra chance de dejar de ser ciudadanos de segunda y pasar a ser ciudadanos de primera. Depende todos nosotros.