En Mar del Plata, Isaías Nelson Hurtado también fue condenado por trata de personas. Ordenaron decomisarle un terreno y cinco vehículos.
Líder de una secta religiosa fue condenado a 24 años por violación
El Tribunal Oral Federal de Mar del Plata condenó a la pena de 24 años y medio de prisión al líder de una secta religiosa por veinte casos de trata de personas y reducción a la servidumbre, abusos sexuales contra cuatro mujeres y coacción.
Se trata de Isaías Nelson Hurtado, quien fue condenado junto a su ex pareja y coimputada, Patricia Soledad Padilla, a quien los jueces le impusieron la pena de 10 años de prisión, al considerarla partícipe necesaria del delito de trata.
El Tribunal también ordenó el decomiso de un terreno y cinco vehículos, entre otros elementos, y el producido irá para la reparación moral de las víctimas. Según publicó el portal Fiscales, reproducido por Noticias Argentinas, el fiscal general Juan Manuel Pettigiani se mostró conforme con la sentencia y al salir de la sala de audiencias adelantó que se iniciarán actuaciones vinculadas a otras iglesias marplatenses en base a los testimonios oídos en el debate.
La organización pseudo religiosa, que el accionar de la Justicia Federal logró desbaratar, fue entendida por el Tribunal -integrado por los jueces Roberto Falcone, Mario Portela y Alfredo Ruiz Paz- como una "secta destructiva".
Dos de las víctimas eran menores de edad y se informó además que el líder fue condenado también por abuso sexual agravado cometido contra cuatro mujeres y coacción, porque estando detenido en el penal de Ezeiza amenazó a algunas de las víctimas.
En la sentencia, en línea con lo solicitado por el fiscal Pettigiani y las querellas, se hizo lugar a la reparación del daño moral cometido, y se fijó en concepto de indemnización la suma de un millón y medio de pesos para las víctimas del delito de abuso sexual, sumándoles 300 mil pesos a cada una por ser víctimas también del delito de trata.
En tanto, para tres víctimas que así lo solicitaron durante el debate se dispuso la suma de 500 mil pesos en concepto de reparación por haber sido víctimas de trata. En la sentencia los jueces se detuvieron en dar cuenta del proceso de persuasión coercitiva que la organización desplegó para la captación, sometimiento, control y explotación de las víctimas, a través de un proceso de despersonalización y anulación de su autonomía de por medio.
El ahora condenado se proclamaba a sí mismo frente a sus seguidores como el "Apóstol", el "Ungido de Dios" o "El Padre de las Naciones", entre otros títulos grandilocuentes.
Fotos: Qué Digital de Mar del Plata