El microcentro será una zona de máxima tensión este viernes por la mañana. Cómo será la seguridad para facilitar que se trate la ley. Separarán con un grueso "pulmón" a pro y anti mineros.
Debate por la 7722: zona de exclusión, 350 policías, y miles de pro mineros
Una zona de exclusión de varias cuadras, 350 policías en el lugar, grupos de Infantería y de la Policía Montada, inteligencia sobre grupos de presión, personal de Investigaciones para identificar a los violentos y un protocolo especial para ingresar y evacuar a los legisladores de ambas cámaras; forman parte del operativo de seguridad diseñado por el gobierno para facilitar el tratamiento de las modificaciones a la ley anti minera 7722, este viernes desde las 8:30 de la mañana. Si se aprueba, como se supone que ocurrirá luego de largas negociaciones entre oficialismo y oposición, puede que cambie la historia económica de Mendoza.
Dicen que la letra entra con sangre. En el gobierno pero también en la Legislatura aprendieron la lección del martes último. Ese día, manifestantes de grupos de izquierda lograron bloquear la Legislatura y mantener como rehenes a unas 300 personas, incluyendo legisladores, durante siete horas. Puede que la capacidad de daño de los más radicalizados haya sido subestimada. El martes, el despacho de la nueva ley minera se estaba tratando en plenario de comisiones y los manifestantes exigían el archivo liso y llano. Sin embargo, el debate avanzó y este jueves por la mañana hubo dictamen favorable a lo que será la nueva ley de minería de Mendoza. Pero quedó flotando la preocupación por eventuales incidentes.
El operativo que comenzó a funcionar este mismo jueves tiene el objeto de la disuasión. La idea es "aislar" a los legisladores de cualquier tumulto. Sólo que esta vez la calle no será patrimonio exclusivo de los grupos antimineros. También estarán los que militan a favor de la minería. Fuentes políticas confirmaron que habrá en la calle alrededor de cinco mil manifestantes a favor de la ley. Los gremios de la construcción (UOCRA), metalúrgicos (UOM), mineros (AOMA), Camioneros, y varios más, harán su aporte de gente. Muchos vendrán, al igual que los antimineros, con sus familias. Es decir que en medio de la tensión habrá mujeres y niños por todos lados. Es una jugada de alta volatibilidad y muchísimo riesgo.
Los grupos afines y contrarios a la ley estarán separados. Lo primero que dispusieron el ministro de Seguridad Raúl Levrino y el Director de Policía Roberto Munives fue "ocupar el espacio". Hoy a media tarde comenzó el vallado y se trazó una zona de exclusión desde las calles General Espejo hasta Rivadavia, y desde España hasta el corazón de la Plaza Independencia. Esa zona está ocupada por policías "de calle" desde hoy a la tarde, y a la madrugada se sumarán policías a caballo, infantería, y también policías de civil de la dirección de Investigaciones. Estos últimos tendrán la misión de ir identificando y deteniendo a los más violentos, si se pasan de la raya. Además, otro pulmón irá sobre la prolongación de Peatonal hacia la Plaza Independencia, por lo menos hasta la fuente, y más policías ocuparán la calle Chile, entre el hotel Hyatt y la plaza. A esta hora, había debate aún en el gobierno respecto de qué lugar asignarles a los pro mineros. El "ala política" prefería ubicarlos en la Peatonal Sarmiento. Pero Roberto Munives habría pedido que esa vía quede libre hasta España, para poder evacuar a los legisladores. Del mismo modo, tanto España como Rivadavia serán "vías de escape", por si es necesario sacar gente en ambulancias, o ingresar o evacuar bomberos del lugar.
Así, los manifestantes quedarían del otro lado de la calle Patricias, y separados entre sí y de la Legislatura.
Los preparativos son intensos. Se calcula que la sesión en el Senado iniciaría a las 8:30, y que una vez dada la media sanción, pasará a la Cámara de Diputados. Si no hay contratiempos y la calle está en orden, la nueva ley minera sería aprobada alrededor de las cinco de la tarde. Tal vez antes, si en las reuniones de Labor Parlamentaria logran acotar el tiempo de oratoria de cada legislador. Ambas sesiones serán transmitidas en vivo vía streaming, según dispusieron Mario Abed y Andrés Lombardi, sus titulares.
Ingresar a los legisladores es otro problema. A esta hora, cerca de las 20:30 mientras se escribe este despacho, hay un intenso operativo de comunicaciones con los legisladores de ambas cámaras. La idea es hacerlos entrar mucho antes, se habla de dos o tres horas respectodel inicio de la sesión.
La idea de semejante operativo de seguridad es preventiva. Aunque el despliegue será importante, el gobernador Rodolfo Suarez y el ministro de Seguridad Raúl Levrino dieron la indicación de prevenir sin reprimir. Es la misma opinión de Mario Abed, el vicegobernador, que estará en el recinto por su rol de presidente de la Cámara. Por lo que si nadie sobrepasa los límites ni se producen incidentes, no habrá más que máxima tensión en la calle, y mucho despliegue de los grupos de presión -a favor y en contra- y de la policía.
Las tareas previas de inteligencia dieron algún resultado. Un grupo "Montoneros Córdoba" fue identificado en las últimas horas. Vienen a Mendoza, y sus mensajes en redes sociales son poco tranquilizadores. Los van a "encapsular" antes de que lleguen. Habrá requisas e identificaciones también.
El rastreo en redes sociales fue intenso, pero no había grupos organizando desmanes previos, ni convocando a una revuelta, ni cosa parecida. Tal vez ha actuado de catalizador el hecho de que hay un fiscal -Juan Ticheli- investigando el bloqueo y virtual toma de rehenes del martes último. El fiscal investiga a varias personas por "privación ilegítima de la libertad, agravada por haber mediado violencia y amenaza, en concurso ideal con el delito de atentado a la autoridad", tal la larga calificación del caso. Tres hombres y una mujer fueron identificados en el expediente, entre los casi 300 exaltados que produjeron el bloqueo. Ticheli también investiga si hubo "coacción agravada" contra los legisladores.
La idea transmitida por el oficialismo en estas horas es permitir que todo el mundo se manifieste. Claro que el operativo de prevención y eventual represión que se está montando, debería disuadir a cualquier revoltoso respecto de la conveniencia -siquiera- de tirar una piedra, o empujar una valla.