Fuentes diplomáticas argentinas confirmaron que la mujer "sufrió heridas leves, fue atendida y está bien".
Una argentina resultó herida al explotar una mina antipersona en Myanmar
Un ciudadano alemán murió y su acompañante argentina resultó herida al explotar una mina antipersona cuando viajaban en motocicleta por el noreste de Myanmar, informaron hoy fuentes policiales y una ONG local.
El ciudadano alemán de 40 años y la argentina, de 39 años, que según el portal local Tachileik se llama María del Carmen Piombo, sufrieron el percance ayer en el estado Shan, donde en algunas zonas hay minas antipersona debido al conflicto entre el Ejército birmano y guerrillas de varios grupos étnicos.
Ko Myo, de la ONG Charity Without Borders, informó a la agencia de noticias EFE que la mujer sufrió "heridas leves" en la pierna y en el brazo, y se encuentra ingresada en el hospital de Hsipaw, en el noroeste de Shan. Fuentes diplomáticas argentinas confirmaron que la mujer "sufrió heridas leves, fue atendida y está bien".
María del Carmen Piombo fue herida por la explosión de una mina.
"La Embajada argentina en Tailandia la está asistiendo y mantiene contacto permanente con ella. Lo mismo las autoridades alemanas que se están ocupando de repatriar los restos del hombre que la acompañaba", precisaron.
"Habitantes del lugar nos llamaron y enviamos dos coches para recogerlos", explicó Ko Myo.
La ex Birmania, que no es firmante del tratado internacional contra las minas antipersona, es el único país cuyo Ejército usó este tipo de armas en 2018, según un informe publicado la semana pasada por la ONG Landmine Report.
Las autoridades birmanas libran varios conflictos con las guerrillas de varias minorías étnicas en los estados periféricos de Shan, Kachin (en el norte) y Arakan (en el oeste, también conocido como Rakáin).
La mujer se encuentra fuera de peligro.
El informe de Landmine Report señala que algunas organizaciones armadas no estatales también usaron minas antipersona en el país, donde el número de muertos y heridos por este tipo de explosivos ascendió el año pasado a 430.
Se trata del cuarto país del mundo con más víctimas por estas armas, que no discriminan entre combatientes y civiles, tras Afganistán (2.234), Siria (1.465) y Yemen (596).
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