El nuevo gabinete del gobernador electo sólo refleja y perpetúa el reclamo histórico de las mujeres por lugares de discusión política que las incluyan.
El gabinete de Suárez y la paridad que no llega
La mañana del jueves pasado nos desayunó con un tweet del gobernador electo de la provincia de Mendoza, Rodolfo Suárez, en el que anunciaba a les integrantes del nuevo gabinete.
Algunos nombres resonaban hace días, algunos conservaron sus lugares y otros se incorporaron.
En total son diez ministros, de los cuales ¡atención! sólo dos son mujeres: Mariana Juri, que será la responsable de Turismo y Cultura y Ana Nadal quedará al frente del Ministerio de Salud.
El actual gabinete, también está compuesto por dos mujeres solamente, la contadora María Paula Allasino al frente del área de hacienda y finanzas y Elizabeth Cresutelli encabezando el ministerio de salud.
Tal situación despertó un alerta, más bien desató un punto de reflexión obligada en cuanto a la posición de las mujeres en la política. Mujeres y cualquier otra identidad que no se corresponda con la heteronorma.
Puede parecer un dato menor, pero en realidad el número de mujeres en áreas de toma de decisiones y poder influye en la agenda que se discuta y en las posteriores políticas públicas que se elaboren.
Mayoritariamente las bancas se ocupan por varones. Pese a los avances en materia de género los puestos de poder aún nos están vedados.
Actualmente, de 257 bancas en cámara de diputades de la Nación, sólo el 39% se corresponde con DNI femenino: son 99 mujeres de diferentes bloques entre 176 varones precisamente. Mientras que en el Senado Nacional son 32 de 72, un 42% del cupo total.
La nómina actual de diputados nacionales por Mendoza, que finalizan el mandato en diciembre próximo arroja un número de ocho a dos: Claudia Najul y Huczak Stella Maris son las únicas voces femeninas.
En cuanto al recambio que se viene, a partir del 10 de diciembre en Mendoza asumirán 22 diputadas de 48 miembros y 14 senadoras de 38.
"Hay una base donde las mujeres están, y son muchas, pero cuando se va hacia el vértice, ahí empezamos a ver que las mujeres no están en los lugares de toma de decisión. Eso no se debe a inhibiciones legales, no hay nada que lo prohíba, sino que el ojo lo tenes que poner en prácticas culturales", comentaba a La Trenza respecto a la ley de paridad María Inés Tula.
Otro punto a tener en cuenta es que los puestos que las mujeres logran ocupar tienen que ver con ámbitos considerados de interés femenino tradicional, como lo son las que se relacionan con lo reproductivo o el cuidado por ejemplo, con funciones que tienen que ver con la asistencia como los secretariados y muy pocas veces realmente están a la cabeza de los cuerpos gubernamentales.
ver también: Qué lugar ocupan las mujeres en la agenda de les diputades electos
En nuestra provincia, desde 2018 la ley electoral de paridad de género, (Nro 2551) fue modificada en el párrafo 17 para garantizar que las listas que se presenten para candidatos a diputados y senadores provinciales, concejales y convencionales constituyentes deben respetar la paridad de género entre mujeres y hombres con el objetivo de garantizar a los candidatos de ambos géneros una equitativa posibilidad de resultar electos. A nivel nacional la norma rige desde noviembre de 2017.
Esta normativa tiene un antecedente inmediato en la Ley de Cupo Femenino que data de 1991 y utilizada hasta la actualidad, esta ley estableció una cuota mínima de mujeres del 30 por ciento. A partir de esa norma, la representación femenina en ambas cámaras alcanzó un promedio del 40 por ciento en los últimos años. Pero hecha la ley, hecha la trampa: con el tiempo la cuota se convirtió en un techo, y las mujeres fueron ocupando el mínimo porcentaje necesario para oficializar las listas.
Cierto es que La ley de paridad no tiene incidencia alguna sobre las candidaturas a puestos ejecutivos ni sobre quienes encabezan las listas, por lo tanto no hay garantía.
Al interior de la cámara nacional de diputades topamos con 35 bloques de los cuales sólo 12 están encabezados por mujeres y hurgando más internamente todavía, encontramos nada más que siete presidentas de 19 interbloques.
Los partidos políticos son un puente directo entre Estado y Sociedad y además son los órganos encargados de generar representatividad en los congresos y legislaturas.
Las legislaciones en materia de género son solo un punto de partida. Que el impacto sea real depende del compromiso que las dirigencias y las organizaciones asuman para que la representación sea equitativa.
Pese a que la construcción de sociedades más igualitarias y equitativas corresponde a hombres y mujeres por igual, demostrado está, que son las mujeres las interesadas reales en instalar la agenda de género en los sitios de debate, impulsando las principales iniciativas.
Incorporar leyes que aseguren la representativad al total de la población significa instaurar nuevos temas en la agenda pública y prioridades diferentes en cuanto a la elaboración de políticas públicas para resolver problemáticas que no suelen tener voz en las bancas garantizando así cambios culturales y estructurales profundos.
Es un compromiso a asumir que la composición de gabinetes y cuerpos gubernamentales se encuadre dentro de la paridad necesaria para lograr construir sociedades más equitativas y diversas.