El consumo de drogas de mujeres embarazadas y lactantes es una problemática por partida doble: la adicción y los bebés que nacen con sustancias en sangre. Un daño de hoy con impacto en el futuro.
El drama de las madres adictas
Droga y bebes son dos sustantivos que jamás deberían ir juntos en un título periodístico. Pero la realidad supera cualquier lógica y los datos fríos sobre madres adictas en Mendoza desnudan un problema sobre el cual pareciera no existir aún una consciencia cabal.
Este viernes, en San Rafael, una beba de dos años fue ingresada al Hospital Schestakow con dolores abdominales. Al ser revisada, los médicos constataron que tenía cocaína en su estómago.
El hecho no es aislado y para algunos actores sociales vinculados a los sectores más vulnerables, es un drama cotidiano. El padre Leo Moreno de la comunidad de Don Orione contó al Post que en la parroquia, ubicada en Paso de los Andes 1998 de Godoy Cruz, tienen varios grupos de acompañamiento a personas con adicciones. Estas actividades también se llevan a cabo en la iglesia de San Nicolás, en Peatonal Sarmiento, en la iglesia de Carrodilla en Luján de Cuyo, entre otras.
Los sábados, en particular, hay un grupo destinado a mujeres adictas. En la proporción, el padre Leo asegura que de cada 15 personas que asisten, 10 son hombres y 5, mujeres. Sin embargo, no es que ellas consuman menos, por el contrario, no se tratan porque la mayoría tienen chicos y no tienen con quién dejarlos.
Por otro lado, evidenció una problemática grave: no hay lugares para que las madres adictas puedan internarse con sus hijos para hacer un tratamiento. Si bien estos grupos parroquiales son abiertos, sin distinción de creencia religiosa y con la voluntad como única condición, son espacios de autoayuda. Personas recuperadas asisten bajo un sistema de doce pasos, apadrinan a los adictos en la etapa de abstinencia, pero los tratamientos médicos y psiquiátricos deben hacerse en sitios especializados como el Hospital Carlos Pereyra, entre otros.
En este punto es en el cual Moreno remarca la necesidad de generar espacios donde las mamás puedan tratarse sin necesidad de separarse de sus niños.
Un dato en particular que señala el padre es que si bien la mayoría de las personas que asisten a estos grupos son de sectores vulnerables, hay asistencia de adictos que pertenecen a clases sociales altas y que viven en los barrios más elegantes de la provincia. Esto evidencia que la droga es un problema transversal.
Bebes en abstinencia, un drama de ahora, un problema en el futuro
Sergio Saracco, jefe del Departamento Toxicología del Ministerio de Salud de la provincia dio detalles de la afectación que producen las drogas o el alcohol en el bebé de una mujer adicta.
"No está en la conciencian popular que la sustancia a la que se expone la mamá son secretadas por la leche materna, cuando dan de mamar o a través del cordón umbilical, por eso el feto o el bebé está tan expuesto como la madre".
En cuanto al aumento de casos, detalló: "Las consultas en el último tiempo han crecido. Según SEDRONAR, el consumo se ha triplicado, estos datos incluyen a las mujeres en edad fértil. No hay conciencia de que este tipo de exposiciones tiene consecuencias mucho más nocivas que en un cerebro adulto porque está en pleno desarrollo y esto trasciende el daño en los procesos madurativos cerebrales que luego se va a ver traducido en los fracasos educativos, fracasos laborales y la problemática social que hoy estamos viendo en distintas partes del mundo. Es la evidencia del compromiso del cerebro prefrontal que involucra el juicio crítico, el pensamiento abstracto, el control de la impulsividad".
Más allá del efecto a largo plazo, Saracco explicó: "En sí no es que el niño tenga una intoxicación, el bebé no tiene una borrachera. Al estar expuesto a estas sustancias esto genera una afectación en la funcionalidad. El niño puede haber padecido una abstinencia pero en general se ve normal. Pero ya cuando comienza la edad escolar, se manifiestan estos problemas de desarrollo en el área de matemáticas, lingüística , en las asociaciones. Todas aptitudes que pertenecen al cerebro prefrontal".
Finalmente, cerró: "El problema es que no hay una conciencia social de que esto es problemático. Hay países que han generado acciones muy potentes de prevención de adicciones en el embarazo. Sin embargo, en nuestro país aún no hay campañas fuertes y comprometidas para empezar a tratar esta situación.
Según publicó el sitio Chequeado este año desde la cartera de Salud informaron que en 2017 se comenzaron a hacer pruebas de sangre a los niños nacidos en el Hospital Lagomaggiore, la maternidad más grande de la provincia, y se identificó que 160 chicos, de los más de seis mil que nacieron ese año, tenían sustancias psicoactivas. Ese mismo año nacieron en Mendoza 31.400 de acuerdo con las estadísticas oficiales de la provincia y la Nación. Es decir que los chicos a los que se les detectó sustancias psicoactivas en la sangre representaron un 2,7% de los nacidos en ese hospital y un 0,5% del total de nacidos en la provincia.
Según informaron al Post desde la cartera de Salud, en 2018 se empezaron a hacer este tipo de pruebas en todos los hospitales de la provincia y pusieron en marcha un sistema de abordaje que incluye, entre otras medidas, la suspensión de la lactancia directa de la madre, la entrega de una leche maternizada especial al niño y el tratamiento posterior de ambos.