El acto incluyó un crucifico, dos cirios y otros símbolos religiosos.
Áñez cambió la cúpula militar y tomó juramento a nuevos jefes
La presidenta de Bolivia, Jeanine Áñez, removió este miércoles a la cúpula de las Fuerzas Armadas y tomó juramento a los nuevos jefes militares, en un acto que incluyó un crucifijo y dos cirios junto a la Constitución.
Áñez designó comandante en jefe de las Fuerzas Armadas al general del Ejército Carlos Orellana, quien sucedió a su polémico camarada de armas Williams Kaliman, quien el domingo pasado sugirió públicamente a Evo Morales que renunciara a la Presidencia de la República.
Kaliman había asumido ese puesto en diciembre de 2018, momento en el que se declaró "soldado del proceso de cambio", tal como llamaba Morales a su gestión, y se refirió al entonces mandatario como "hermano presidente".
Además, el saliente comandante aseguró antes de su salida que lo que ocurrió en Bolivia no fue un "golpe de Estado militar" y que ellos solamente se limitaron a cumplir con lo que dicta la Constitución del país. También indicó que utilizaron sus máximos esfuerzos para intentar cuidar a los bolivianos.
En el mismo acto, Áñez tomó juramento a los generales Ciro Álvarez Armada e Iván Rioja como comandantes del Ejército y la Fuerza Aérea, respectivamente, y al contralmirante Moisés Mejía como jefe de la Armada.
Los nuevos jefes castrenses juraron en una ceremonia en la que se incluyeron un crucifijo y dos cirios junto a la Constitución, pese a que esta declara a Bolivia como Estado laico.