Gimnasia logró ante Santamarina una victoria de seis puntos con argumentos futbolísticos que justificaron el triunfo e invitaron a soñar con más.
Así sí, Lobo
Gimnasia y Esgrima venció a Santamarina y logró más que tres puntos.
Primero porque superó a un rival directo y trepó varios puestos en la Zona 2 de la Primera Nacional, quedando lejos de la última posición. Y segundo porque expuso argumentos que invitan a soñar con una campaña más auspiciosa.
Si bien puede ser apresurado sacar conclusiones positivas tratándose de un equipo muy irregular y con un plantel limitado en cantidad y calidad, la muestra del Lobo ante el conjunto de Tandil dio superávit futbolístico.
Mucho tuvo que ver para esto el cambio de esquema que propuso el técnico Diego Pozo (4-3-1-2) y la presencia de Ignacio González para ejecutar la idea a la perfección. El Bichi tuvo su debut absoluto en la categoría, llevó la 10 en la espalda y condujo los destinos de un Mensana que mereció ganar más holgadamente.
El próximo partido del Lobo es el próximo domingo a las 15.30 frente a Brown de Adrogué. De visitante sólo tiene una victoria.
Además Gonzalo Marronkle le dio una presencia más concreta a la ofensiva del Blanquinegro. Si bien el delantero no logró gravitar demasiado en cuanto a su producción, realizó el trabajo sucio para que sus compañeros tuvieran más espacios.
Gimnasia sigue teniendo problemas para reflejar en el marcador el dominio que ejerce sobre sus rivales. Si bien este sábado logró ganar, debió hacerlo por mayor diferencia. Esa falta de efectividad le trajo problemas en el pasado y lo puede seguir afectando en el futuro, al menos hasta que logre encontrar una mayor efectividad en el arco rival.
Pero por ahora, el Blanquinegro se puede conformar con que ganó su segundo partido seguido de local (había tenido problemas para sumar en casa), se escapó parcialmente de la zona baja de la tabla y mostró una notable evolución respecto a los partidos anteriores.
Así sí, Lobo.