Horas después, la agencia de noticias norcoreana KCNA confirmó el test de un lanzacohetes "supergrande" que funcionó a "la perfección".
Corea del Norte presiona a EEUU con el lanzamiento de dos misiles
En las últimas horas, Corea del Norte disparó dos misiles de corto alcance en su Mar del Este, en una aparente reanudación de sus pruebas de armas para que Estados Unidos reanude las estancadas negociaciones nucleares.
Después de los lanzamientos, funcionarios norcoreanos expresaron su descontento por el lento ritmo de las negociaciones y exigieron a Washington que alivie las tensiones sobre su país. Analistas surcoreanos advirtieron que a medida que se acerca fin de año, fecha límite puesta por el líder norcoreano, Kim Jong Un, para que Washington ofrezca términos aceptables para la desnuclearización de la península, Pyongyang podría hacer nuevos lanzamientos.
Horas después, la agencia de noticias norcoreana KCNA confirmó el test de un lanzacohetes "supergrande" que funcionó a "la perfección". El objetivo, explicó era "verificar la seguridad del sistema de disparo sucesivo del armamento".
Según el Estado Mayor Conjunto de Corea del Sur, los misiles fueron disparados desde un área cercana a la capital norcoreana y volaron unos 370 kilómetros en dirección este, a 90 kilómetros de altura, hasta caer en su costa oriental, informó la agencia de noticias EFE.
Si bien los misiles no llegaron a aguas territoriales ni a la zona económica exclusiva de japón, el Consejo de Seguridad Nacional se reunió de urgencia para analizar las posibles intenciones de Corea del Norte.
El primer ministro, Shinzo Abe, calificó el lanzamiento como un "acto que amenaza la paz y la seguridad de Japón y la región.
El domingo pasado, un alto funcionario norcoreano había advertido que Pyongyang estaba perdiendo la paciencia ante las demandas unilaterales de desarme provenientes de Estados Unidos y dijo que la administración del presidente Donald Trump estaba "seriamente equivocada" si ignoraba la fecha límite impuesta por Kim.
Un experto en Corea del Norte de la Universidad de Seúl, Nam Sung-wook, advirtió del "enorme impacto" que podría tener que los misiles norcoreanos vuelven sobre Japón "porque Washington y Tokio tendrían dificultades para dejarlo ir".
La noticia del lanzamiento llega después de que el líder norcoreano y su par del sur, Moon Jae In, tuvieran un acercamiento, con mensajes de condolencias de Kim a Moon, la semana pasada, por la muerte de su madre y tres reuniones en 2018 con acuerdos destinados a aliviar la tensión.
Pero en los últimos meses, las actividades conjuntas se han reducido, después de que Seúl, atado de manos por las sanciones de Estados Unidos, no pudiera reanudar una serie de proyectos económicos conjuntos.
A principios de este mes, Pyongyang disparó un misil, balístico, el duodécimo lanzamiento en lo que va del año en lo que los expertos analizan como una presión para que Estados Unidos se siente a negociar y alivie las sanciones que afectan su economía.
Washington y Pyongyang habían reanudado sus conversaciones en Suecia a principio de octubre, pero la reunión llegó a su fin después de que los norcoreanos rechazaran la "postura y actitud" antiguas de los negociadores estadounidenses.
Después del colapso de las negociaciones, Corea del Norte difundió unas fotos de su líder montando un caballo blanco en el Monte Paektu, un sitio sagrado al que Kim visita antes de tomar decisiones importantes.
En declaraciones a funcionarios desde la montaña cubierta de nieve, Kim prometió superar las sanciones que han "dolido y enfurecido" a su pueblo.
"El líder norcoreano no monta un caballo blanco hasta la cima de la montaña Paektu porque está satisfecho con el status quo", advirtió el profesor de la Universidad de Seúl Leif-Eric Easley.