Thiago tenía un año y ocho meses y fue embestido esta madrugada por un colectivo después de pedir leche en un merendero.
La triste realidad del niño que murió atropellado en Las Heras
Este miércoles por la madrugada, Thiago Yahir Videla fue atropellado por un colectivo en la intercesión de las calles Lisandro Moyano y Los Patos de Las Heras. El nene, de tan sólo 20 meses, había salido a pedir leche a un merendero de la zona.
Iris Alejandra Pucheta de Videla lleva adelante el Merendero Luchecita Encantada, al cual asistía Thiago, confirmó que el nene y sus primos fueron a pedirle leches antes de ser embestido por el colectivo.
Cerca de la medianoche, "el bebé con dos primitos vinieron a mi casa a pedirme leche porque no tenían nada para comer a la noche. Ellos no tienen que cruzar ninguna calle para llegar a mi casa: vivimos en la misma cuadra sobre la misma vereda, simplemente hay que dar la vuelta en la esquina y hacer media cuadra".
"Ha sido un lamentable y trágico accidente. Se salió a la calle y, al ser tan chiquitito, supongo que el micrero no ha podido hacer nada", detalló al POST.
"Me siento responsable porque por lo general, cuando solían venir, los acompañaba. Pero anoche estaba con un ataque de asma alérgico y no los acompañé, como no tenían que cruzar calle ni nada...", agregó conmovida.
Los padres de Thiago están separados y estaba en la vivienda de su papá, quien se encontraba trabajando en una panchería de la zona. Sus tíos y primos también viven en la misma casa. "Como está pasando en este momento, lo que ganás no te alcanza. Por eso trato de ayudar en todo lo posible", dijo.
Iris ayuda a cualquier persona, cualquier día y en cualquier momento. "No hay horario para el hambre. A veces están todo el día intentando conseguir algo para hacerles de comer a los chicos y no lo consiguen. No es porque no lo hacen, simplemente no están las cosas dadas para conseguirlo. Si yo tengo aunque sea un poco de harina, les doy para que se hagan una torta frita con un té. No importa a qué hora me vienen a golpear la puerta".
El Merendero Lechucita Encantada ayuda con 150 personas, de las cuales 90 son niños. "El Merendero para los chicos es su segunda casa. Vienen, golpean la puerta, entran, piden cosas, somos amigos, somos familia. Con esa confianza los niños vienen a cualquier hora", contó.
"Quiero conservar eso, que ellos puedan confiar en nosotros y nosotros lo podamos ayudar", agregó. Además, deseó que la situación mejore para que los merenderos pasen "a ser un lugar social de amistad no de asistencia alimentaria" y que cada padre pueda comprarles zapatillas y ropa nueva a los chicos y darle un plato de comida en cada casa.
Desde la Municipalidad de Las Heras le confirmaron al POST que colaboraron con la familia de Thiago con el cajón y el traslado. Restaba conseguir 10 mil pesos para el servicio fúnebre y las donaciones recibidas costearon lo necesario.
El colectivo, interno 72 de la línea 401, era conducido Martín Federico Molina Olivera (29).