Luego de una marcha al consulado chileno, fueron detenidas 24 personas, la mayoría mendocinos y trotskistas. Solo uno de los demorados sería chileno.
Incidentes en Mendoza: casi todos los detenidos son del Polo Obrero
Este lunes, se registraron incidentes y enfrentamientos de la policía en inmediaciones de la Plaza Chile, luego de una marcha al consulado chileno en solidaridad por la situación que atraviesa el vecino país.
Al menos hubo 24 personas aprehendidas, informaron fuentes policiales, quienes aseguraron a medios locales que se había "restablecido el orden". Inicialmente la policía trató de dispersar a los manifestantes tirándoles agua y luego miembros de la fuerza usaron balas de goma y gases lacrimógenos.
En ese contexto, se aseguró oficialmente que casi todos los detenidos pertenecían al Polo Obrero y eran mendocinos. Uno de los demorados, al que le dicen el "Chileno" Mauricio, tenía palos y cuchillos consigo. Frente a lo ocurrido, el subsecretario de Relaciones Institucionales del Ministerio de Seguridad, Néstor Majul, dijo que "debido a la virulencia con la que actuaron los manifestantes, no quedó otra que disuadirlos con las autobombas y agua".
Además el funcionario informó que "por los disturbios quedaron detenidas alrededor de 24 personas y están a disposición de la fiscalía".
Según reporte que llegó al Post, los detenidos están siendo imputados por los delitos de entorpecimiento del normal funcionamiento del transporte (art. 194 CP) e intimidación o fuerza contra un funcionario público (Art. 237 CP).
"Todos los imputados fueron trasladados para realizar chequeos médicos y físicos al Hospital Lencinas no habiéndose encontrado lesiones o heridas. Se están chequeando los antecedentes de las personas detenidas y recuperaran la libertad cuando lo disponga el Fiscal de la causa", asegura el mismo documento.
Las protestas se realizon para expresar el repudio a la crítica situación que transita el vecino país en donde los incidentes ya causaron 11 muertes y en donde el presidente Sebastián Piñera extendió el toque de queda. Además, ocurren al mismo tiempo que otras manifestaciones en Buenos Aires, París, Madrid, Barcelona, Viena, entre otras.
La concentración comenzó alrededor de las 19 frente al Consulado del país trasandino. Desde allí el grupo se movilizó hasta Belgrano y Sarmiento de Ciudad y cortó la mano sur. Las fuerzas de seguridad avisaron en reiteradas oportunidades que estaban "interrumpiendo el derecho de circulación de la ciudadanía".
Luego de algunos momentos de tensión e insultos, los manifestantes se trasladaron hacia Perú y Gutiérrez y decidieron volver a cortar la calle.
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La Policía volvió a hacerse presente, esta vez al mando del jefe Roberto Munives, quien dio la orden de dispersar a los manifestantes que interrumpían el tránsito. Por eso, personal de Bomberos desenrolló la manguera y comenzó a mojar a los protestantes, con el "carro hidrante" improvisado, tratando de despejar la calle y las vías.
Al mismo tiempo, y mientras un escudo de uniformados marchaba contra la masa, comenzaron a llover piedras contra los uniformados (algunas muy cerca de los pocos periodistas que estaban ahí).