Lo confirmó Carlos Segura, subsecretario de Trabajo y Empleo de la provincia, quien agregó que los juicios se redujeron de 4 años a 41 días. Lo anunciará Cornejo esta semana.
En dos años, bajó 60% la litigiosidad laboral en Mendoza
El 12 de abril de 2017, el gobierno anunciaba con bombos y platillos que Mendoza tendría un sistema de Conciliación Laboral Obligatoria, instancia que fue refrendada por la Legislatura local el 22 de noviembre de ese año.
El mismísimo Alfredo Cornejo, junto al ministro de Gobierno, Trabajo y Justicia, Dalmiro Garay, presentaron el proyecto de ley que buscaba que buscaba avanzar en una instancia previa al inicio de una demanda judicial, en busca la protección de los trabajadores.
"Persigue como objetivos reducir los tiempos de litigio a 20 días, actualmente duran en promedio cuatro años; disminuir los ingresos de causas al poder Judicial, sólo en el 2016 ingresaron 19.166; como así también bajar los costos que le demandan al Estado la resolución de conflictos laborales", explicaron entonces.
Hoy, a más de dos años de aquellas pretensiones, Mendoza ha logrado una reducción importante de la litigiosidad: un 60% menos de acuerdo a las palabras del subsecretario de Trabajo y Empleo de la provincia, Carlos Segura, quien se anticipó al anuncio que hará la semana que viene el gobernador de Mendoza.
"Hay por supuesto una baja y un menor ingreso de causas en los tribunales del Trabajo, esto se da por supuesto en una baja de la morosidad judicial. De hecho, la tasa de resolución en el Valle de Uco ha pasado de estar en un 60% a un 150%. Esto quiere decir que se está recuperando trabajo atrasado que tenían los tribunales y, por supuesto, en el ingreso de causas ha habido un menor ingreso que se traduce en que, de casi 1.000 causas que ingresaban en el Valle de Uco, aproximadamente hay 550 actualmente", agregó el funcionario de paso por Tunuyán.
-¿Tiene datos a nivel provincial también?
-Sí, por supuesto, obviamente los datos más contundentes tienen que ver con el porcentaje de acuerdo, tengamos en cuenta que la oficina de conciliación laboral es un ámbito prejudicial que lo que se procura hacer es precisamente evitar la litigiosidad aplicando los datos modernos de resolución de conflicto y, en ese sentido, en este mismo ámbito donde se desarrolla y se desempeña o se ventilan las controversias laborales que presentan los trabajadores podemos decir que estamos en lo que va del 2019 en un 48% de acuerdo.
-¿Qué significa?
-Este 48% quiere decir que son cuestiones que no ingresan a la justicia, por lo tanto, para nosotros es un número muy contundente que dan una clara muestra del compromiso que hay de este gobierno de reducir la litigiosidad, más teniendo en cuenta que Mendoza es una de las provincias con mayor nivel de litigiosidad del país.
-¿En qué índice se manejaban más o menos en la provincia respecto del nivel nacional?
-La provincia de Mendoza era la cuarta provincia más litigiosa del país. De la región de Cuyo de 12 causas en materia laboral, 9 eran de Mendoza: ese índice se ha reducido notablemente, y el dato más impactante es el que tiene que ver con el índice de resolución de causas.
-¿Tienen algo que ver los sindicatos con esto también?
-Tienen mucho que ver, porque ellos han ido acompañando este proceso desde la sanción de la ley 8990, que crea la oficina de conciliación laboral. Los sindicatos han ido acompañando este proceso, no con una participación activa pero sí acompañando el proceso y ayudándonos a controlar que los derechos de los trabajadores no sean vulnerados tan fácilmente. Para hacer una comparación: un juicio, en la provincia de Mendoza, demoraba unos 4 años como promedio, y actualmente esa demora dura 41 días en promedio.
-¿Está de acuerdo con la reforma laboral que se propone a nivel nacional? ¿Puede tener implicancias en Mendoza?
-Sí, por supuesto, estamos de acuerdo. El mundo está cambiando sus leyes laborales, en este caso a mí me toca circunstancialmente ser presidente del Consejo Federal del Trabajo, y este ámbito es un ámbito nacional y federal. Nosotros desde algunas provincias como Mendoza, Jujuy, Buenos Aires, hemos trabajado muy fuertemente en algunos parámetros que tienen que ver especialmente con las paritarias regionales. Hay que poner el ojo en los ejes fundamentales de las nuevas modalidades de trabajo, con la incorporación de las nuevas tecnologías, y la preservación de las fuentes de trabajo de aquellos puestos que se requerían mano de obra intensiva.