Lo aseguró este martes una perito del caso Provolo.
Corbacho tiene rasgos compatibles con las conductas que le imputan
Una perito que le realizó un estudio psicológico al sacerdote Horacio Corbacho, que está detenido y siendo juzgado por los abusos sexuales que habría cometido en el Instituto Antonio Próvolo, declaró hoy que "todos los rasgos de personalidad" que encontró en el religioso "son compatibles con un sujeto que comete las conductas que le han sido imputadas", informaron fuentes judiciales.
Según el estudio que le efectuó la psicóloga, el cura tenía "características de narcicismo, dificultad de poner límites, desinterés por la situación del otro, solo apuntaba a auto satisfacer sus necesidades y sus impulsos sin importarle las consecuencias en la otra persona".
La especialista perteneciente al EDEAS (Equipo de Abordaje de Abuso Sexual) aseguró, de acuerdo a lo que manifestó el abogado querellante Oscar Barrera, que "todos los rasgos de personalidad que encontró en Corbacho son compatibles con un sujeto que comete las conductas que les han sido imputadas, y eso sí quedó clarísimo".
Ver: Próvolo: una médica relató atención a alumna abusada que quedó internada
Al ser consultado sobre si la perito hizo referencia a que esas características de personalidad podían involucrar también la sexualidad en concreto del religioso imputado, el asesor letrado sostuvo que "la parafilia no la puede determinar porque eso es otro tipo de estudio".
Y en ese sentido, sostuvo que "no se le puede preguntar a un imputado por la conducta por la que se lo incrimina, de acuerdo al artículo 18 de la Constitución".
Otro de los abogados querellantes, Lucas Lecour, presidente de la asociación Xumek, informó que este martes declararon otros tres peritos del Cuerpo Médico Forense que, en su momento, revisaron a tres supuestas víctimas de abusos con acceso carnal.
En todos esos casos pudieron constatar las lesiones en la región anal, que son compatibles con abusos sexuales, "que le dan credibilidad a los testimonios de las víctimas", aseguró el abogado.
También declaró el cura Rafael Ramón Amarilla, quien llegó al Próvolo en 2015 y estuvo allí dos años hasta 2017, en que se produjo el cierre de la institución, donde negó conocer los hechos en los que se involucra a los imputados.
Según Lecour, el cura dijo que "cuando llegó al Próvolo cambió la manera de hacer las confesiones que se hacían desde su llegada con la presencia de las maestras, debido a que él llegó procedente (del Próvolo) de Verona, Italia, y decidió eso como una manera preventiva por las denuncias de abuso sexual en Europa".
El letrado dijo que el religioso "conoció a todas las personas que denunciaron los abusos sexuales, pero que ninguna de ellas le relato nada de eso y él no tenía idea de lo que sucedía en el Instituto".
Barrera acotó que Amarilla no aportó nada y que "acomodo la declaración a su conveniencia".