David Fernández dibujó en la piel el gol más importante que metió en su carrera.
Un ex jugador del Tomba se tatuó un festejo inolvidable ante la Lepra
El 17 de mayo del 2008 Luis David Fernández marcaría el gol más importante de su carrera. Once años y medio después, el ex delantero de Godoy Cruz estampó ese inolvidable festejo en su piel.
El actual ayudante de campo de Alejandro Abaurre en Huracán Las Heras anotó el único tanto con el que el Tomba venció a Independiente Rivadavia en el estadio Bautista Gargantini por el Nacional B, ante casi 20 mil hinchas de la Lepra que enmudecieron con la conquista.
Además de ser un gol simbólico por los recordados botines rojos (ver aparte), la conquista fue histórica porque gracias a esa victoria el equipo dirigido por Daniel Oldrá se encaminó a volver a Primera División un año después de haber descendido.
El delantero, que también jugó en Tigre y Quilmes, compartió la foto en su cuenta de Instagram junto al mensaje "este momento tenía que estar en mi piel".
Los botines rojos
Ese duelo en la Catedral fue parte de la segunda ronda. En la primera parte se habían enfrentado en el Malvinas Argentinas y Godoy Cruz se impuso 3 a 2.
El día previo. la utilería del Expreso había sido saqueada por malvivientes y por eso durante la mañana del duelo los futbolistas tuvieron que salir a comprar calzado.
Allí, el Fideo adquirió unos Adidas F50 que utilizó durante el partido y con los cuales convirtió dos goles. Luego, en la revancha, ingresó en el segundo tiempo y marcó aquel recordado gol.