Mientras tanto, funcionarios de la administración chavista de Nicolás Maduro y del gobierno interino que encabeza Juan Guaidó multiplicaron gestiones y declaraciones en busca de adhesiones.
La crisis de Venezuela, en el foco de la Asamblea General de la ONU
La crisis institucional y humanitaria de Venezuela estuvo en primer plano en la jornada inaugural de la 74ta. Asamblea General de la ONU, donde varios mandatarios ratificaron sus críticas al régimen chavista y otros pidieron ayuda para absorber en sus países el creciente éxodo de venezolanos.
Mientras tanto, funcionarios de la administración chavista de Nicolás Maduro y del gobierno interino que encabeza Juan Guaidó multiplicaron gestiones y declaraciones en busca de adhesiones.
Los presidentes de Brasil y Estados Unidos, Jair Bolsonaro y Donald Trump, los dos primeros oradores de la Asamblea, redoblaron sus previsibles críticas al chavismo y lo vincularon con el régimen comunista que gobierna Cuba desde hace 60 años. Bolsonaro, en medio de una crítica general al socialismo y al papel que jugó Cuba en la expansión de esa ideología en la región, afirmó que actualmente hay unos "60.000 cubanos" en Venezuela, actuando en tareas de "inteligencia y defensa" para sotener a una "dictadura".
Trump sostuvo que "el dictador Maduro es una marioneta de Cuba protegida por guardaespaldas cubanos que saquean la riqueza de Venezuela" para mantener a flote a la isla antillana.
En tanto, el presidente argentino, Mauricio Macri, afirmó que "la dictadura de Maduro ha sumido a Venezuela en una crisis humanitaria sin precedentes" y remarcó que "el éxodo masivo de millones de venezolanos está afectando gravemente la estabilidad y la gobernanza" de la región.
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Por su parte, el presidente de Chile, Sebastián Piñera, pidió a la comunidad internacional que ayude a terminar con "la dictadura corrupta de Venezuela, que no respeta los derechos humanos", y subrayó que la del país caribeño "es una causa que compete a toda América latina".
Por otro lado, en un acto al margen de la Asamblea General, Colombia, Ecuador y Perú, los principales receptores de emigrantes de Venezuela, solicitaron más ayuda económica para solventar ese flujo.
"Necesitamos una acción contundente; se necesita que la comunidad internacional apoye con recursos no a nuestros Estados sino a las personas que están sufriendo los estragos de la dictadura", afirmó el presidente de Colombia, Iván Duque.
El mandatario sostuvo que el éxodo venezolano es "la peor crisis migratoria que haya visto América latina en su historia reciente, una crisis humanitaria de proporciones dantescas", y aseguró que su país recibió a 1,4 millones de los 4,5 millones de venezolanos que emigraron en los últimos años.
"El flujo súbito de venezolanos se ha convertido en un reto para la infraestructura y el financiamiento de las instituciones nacionales", dijo el canciller de Ecuador, José Valencia, quien vaticinó que el impacto de esa crisis "probablemente durará varios años más".
Asimismo, el canciller de Perú, Néstor Popolizio, sostuvo que la comunidad internacional "aún no es consciente de la gran magnitud de esta migración que nunca ha visto la región".
Del encuentro participó también la jefa de la diplomacia de la Unión Europea (UE), Federica Mogherini, según la agencia de noticias EFE.
Paralelamente, delegados de los dos sectores en pugna en el conflicto de poderes venezolano recorrieron los pasillos de la sede de la ONU en busca de apoyo para sus respectivas posiciones.