Intensificaron los operativos en las últimas tres semanas por orden del Ministerio del Interior. Se aplican fuertes multas a quienes contratan extranjeros sin radicación.
Migraciones rastrea extranjeros ilegales en el comercio mendocino
La crisis muestra sus peores caras a todos. La Dirección Nacional de Migraciones dispuso un equipo de seis agentes con poder de policía para rastrear la contratación de extranjeros ilegales en el centro mendocino. La orden fue impartida semanas atrás por el ministro del interior Rogelio Frigerio, y se cumple en todas las zonas de frontera. En Mendoza hubo dos focos de atención: las bodegas y establecimientos agrícolas, y comercios del centro, particularmente gastronomía y kioscos. Y se labran desde principio de año unas siete multas por semana por contratar extranjeros ilegales. El costo es alto, arranca en los 420.000 pesos.
El Delegado Provincial de Migraciones Pablo Narváez confirmó la operación, luego de varias inspecciones llamativas en el centro. De hecho, comercios que son atendidos casi todo el día por ciudadanos venezolanos, comenzaron a aparecer cerrados o con las persianas bajas a la mitad, a horarios desacostumbrados.
"Vinieron dos agentes... Una señorita, y un hombre que no abrió la boca. Traían unas credenciales enormes, me pidieron todos los datos, los de mi comercio y los de mis empleados. Me explicaron que eran de la Dirección de Migraciones y que estaban buscando extranjeros ilegales" contó un comerciante al POST.
En pleno centro es visible la cantidad de extranjeros, especialmente venezolanos, trabajando en confiterías, bares, y kioscos. En algunos comercios todos los empleados son venezolanos, aunque ello no quiere decir que sean ilegales. "Es cierto... se incrementaron los operativos... lo que se busca es a personas que están trabajando, sin contar con la radicación" explicó Pablo Narváez. Confirmó además que la orden impartida en Buenos Aires fue intensificar las revisiones en las últimas tres semanas, aunque los operativos fuertes comenzaron antes de las PASO, con la frontera norte del país prácticamente ocupada por fuerzas federales, buscando prevenir el voto de personas extranjeras que no están habilitadas para sufragar , práctica muy extendida en provincias como Formosa, especialmente, y Chaco.
Los venezolanos que llegan a Mendoza expulsados por la crisis humanitaria de su país son muy apreciados por los comerciantes, pero también por los clientes. "Son personas muy bien formadas, educadas, solícitas... en muchos casos son profesionales... el venezolano que llegó a Mendoza tenía recursos para llegar hasta aquí... tal vez es distinto del totalmente empobrecido que cruzó a pie a Colombia" contó un funcionario. "Si en Buenos Aires hacés de estos operativos, te quedás sin mozos en un mes. Ahora cuando pedís algo te contestan 'a la orden señor' graficó el hombre, integrante del gobierno de Cornejo.
El problema se plantea cuando los extranjeros son contratados de modo ilegal, en negro además, aprovechando la desesperación de los inmigrantes que -en muchos casos- llegan con lo justo para comer uno o dos días y parar algunas noches en pensiones o en alguna habitación compartida.
Los extranjeros entran a nuestro país con visa de turista por tres meses, extensible a tres meses más. En esa condición, no pueden trabajar. Tienen que tramitar la radicación, para lo que necesitan el documento original de su país, y certificados de antecedentes penales argentinos y de su país de origen. Una vez obtenida la radicación, pueden trabajar como cualquier argentino.
En tanto, los operativos han detectado varias situaciones irregulares. Durante lunes y martes, por varias horas, comercios atendidos por personas de origen venezolanos estuvieron cerrados varias horas. Narváez no confirmó multas específicas, pero sí dijo que los comerciantes que contraten a personas extranjeras sin radicación, se exponen a multas que arrancan en los 420.000 pesos. También explicó que la media docena de agentes migratorios que ha estado "peinando" el centro, tienen "poder de policía". Es decir, pueden ingresar a un comercio del rubro que sea, a establecimientos de salud, oficinas, hoteles, lo que fuere; y requerir documentación personal, laboral, comercial, societaria. Incluso pueden parar a cualquier persona en la calle y pedirle sus documentos, y continuar un interrogatorio más profundo en caso de detectar que se trate de personas extranjeras.
El flujo de radicaciones extranjeras en Mendoza este año ha sido importante. 5.300 personas consiguieron radicarse legalmente en la provincia. De ellas, 1.700 son de origen venezolano. Por lo que no es raro verlos trabajando en el centro, o en lugares de atención al público, bares, franquicias, gastronomía y hotelería.
¿Representan una competencia "desleal" para los trabajadores mendocinos que no tienen empleo? Depende desde qué lugar se observe el problema. En el Sindicato de Empleados de Comercio, su titular Fernando Ligorria, admitió que el trabajo a extranjeros ilegales era una "preocupación". Pero también están los que se han radicado y trabajan de modo legal, cobrando lo mismo que sus pares argentinos y en "blanco", pero con ventajas comparativas enormes a la hora del trabajo en equipo, la atención al cliente, o la disposición a trabajar.
La llegada y radicación de unos 1.700 venezolanos este año en la provincia no reportó en más multas por trabajo a personas no residentes. Según Narváez, la cantidad de multas y de operativos de detección ha sido estable todo el año. En enero de este año, Ciro Aponte, un venezolano que los representa aquí y que está radicado hace años, dijo que la "burocracia" argentina a la hora de establecerse, es "muy lenta". El testimonio es vigente. Todo el tiempo nos topamos con venezolanos que ya están trabajando, aunque llegaron hace muy poco al país.
Por lo pronto, en el ministerio del Interior han mostrado preocupación, y por eso han intensificado los operativos, que van a seguir.