La víctima "denunció que a los 13 años fue abusaba sexualmente por el padre Horacio Corbacho en el dormitorio del hoy imputado en la causa.
Próvolo: otra joven declaró que fue abusada, pero por todos los acusados
Otra testigo de identidad reservada que en la actualidad tiene 26 años declaró hoy en el juicio oral que fue abusada sexualmente por el cura Horacio Corbacho cuando tenia 13 años y por el jardinero Armando Gómez a los 16, mientras que acusó haber sido manoseada por un ex empleado declarado inimputable, el cura Nicola Corradi y la monja Kumiko Kosaka, todos imputados por los abusos cometidos a niños sordos en el instituto Próvolo.
Según informaron fuentes del Ministerio Publico Fiscal (MPF), la joven víctima "denunció que a los 13 años fue abusaba sexualmente por el padre Horacio Corbacho en el dormitorio del hoy imputado en la causa; y que a sus 16 años fue abusaba en el baño por un tal "Pilo", que es el apodo utilizado por los chicos del instituto para referirse al ex jardinero y también imputado, Armando Gómez".
En sus declaraciones ante cámara Gesell escuchadas hoy en el debate, la testigo contó además "que le mostraron imágenes de pornografía" y volvió a decir que "no solo Nicola Corradi la tocaba, sino que también lo hacia la monja Kumiko Kosaka y Luis Ojeda", ex empleado declarado in imputable en la causa en 2017 por no comprender la criminalidad de los hechos.
Estos hechos denunciados hoy, "se encuadran bajo la acusación de Corrupción de Menores y señalan como responsables a Corradi y a Kosaka", indicaron desde el tribunal.
La testigo relató en dos cámaras Gesell de una duración total de 3 horas y 15 minutos, que ingresó a Próvolo cuando tenía 12 años y que estuvo en el instituto entre 2005 y 2011, años en los que sufrió violaciones y abusos.
Finalizado el testimonio de hoy, el fiscal de la causa y Jefe de Delitos Sexuales, Alejandro Iturbide, "pidió ampliar la acusación para el cura Corbacho, agravando su participación por tratarse de un ministro de culto", se informó desde el ministerio.
Este pedido no conlleva una modificación en la pena que podría recibir el imputado, sino que se realiza por principio de coherencia, situación que los miembros del tribunal resolverán una vez que se terminen de escuchar todas las cámaras Gesell previstas en esta causa.