Las declaraciones de los testigos de San Luis fueron coherentes con los relatos de abuso de las víctimas.
Ex alumnos del Próvolo dieron detalles de las consecuencias de los abusos
Este viernes se celebró el noveno día del juicio de audiencias por los abusos en el Instituto Antonio Próvolo, por los cuales se está juzgando a los curas Nicola Corradi y Horacio Corbacho, y al jardinero Armando Gómez.
Durante esta jornada, el tribunal decidió que la testigo A. M., de 25 años, que declaró en Cámara Gesell en vivo este martes, no sería sometida a preguntas luego del testimonio.
Ese día, la querella quiso hacerle preguntas pero la defensa se opuso a la mayoría por lo que el tribunal, presidido por Carlos Díaz, debió litigar que preguntas aceptan y cuáles no. Finalmente, después de los peritajes psicológicos, definieron que la testigo no está apta para recibir consultas.
El testimonio de hoy
Según confirmaron los abogados de la querella, Oscar Barrera y Sergio Salinas, el testimonio de la testigo de esta mañana ha sido sustancial para la causa ya que los detalles relatados por ella son coherentes con las descripciones de los abusos que hicieron las víctimas.
Los letrados, por ejemplo, remarcaron el hecho de que Corbacho siempre tenía a una niña en su falda, una pequeña de cinco años. Al respecto, la testigo, que tenía 17 años en ese momento, aseguró: "Permanentemente tenía una persona muy chiquitita en la falda, eso le llamaba la atención, que siempre era la misma".
Si bien la testigo no pudo confirmar los abusos porque no los vio directamente, sí pudo dar detalles de las consecuencias de esos abusos en las personas que los sufrían: "Yo no sé si era abusada tal persona, lo que sí sé es que siempre venía lastimada, afectada, se hacía pis en la cama, estaba muy mal". Una de las frases más llamativas fue: "No sé si eran malos o los hacían malos ahí".
Los letrados explicaron: "Los sordos tenían la consideración de que algunos chicos eran locos o eran malos porque tenían conductas desajustadas, se escapaban, se rajuñaban, se autolesionaban, se cortaban. Ahora podemos confirman que son señales de abuso, por ejemplo niñas hipersexualizadas que han sido, conforme a los hechos que estamos investigando, abusadas desde que entraron al instituto".
La joven relató que había una chica que era enviada a la panadería seguido y que no sabe si Corbacho la violaba pero siempre había que ir a buscarla. También comentó que golpeaban a los alumnos con cadenas en la cabeza y se cubrían con su cuerpo.
Habló sobre los episodios en que la monja Kosaka Kumiko bañaba a los chicos con agua fría y ella intentaba secarlos rápido para que no pasaran frío.
Barrera y Salinas definieron que: "El relato es tan creíble, es tan confirmatorio. Es totalmente coherente".
Con relación a la continuidad de la causa, el fiscal Gustavo Stroppiana, explicó que "el lunes a partir de las 8:30 seguiremos reproduciendo cámara gesell que es la prueba que primero quiere incorporar el tribunal a la causa".
El fiscal también se animó a hacer un balance sobre el desarrollo del debate: "En vistas de lo que es el proceso y lo que esperamos que sea, han pasado pocos días y dentro de estos días ha habido fines de semana y días que no se han realizado las audiencias respectivas pero la buena noticia, al menos desde el ministerio público, entiendo que esto también lo comparte la querella, es que se inició finalmente en el debate".
"Queríamos poder presentar las pruebas de cargo y descargo ante un tribunal, que los chicos puedan hablar, ya sea en cámara gesell y que se vaya analizando todas las pruebas que hemos reunido a lo largo de dos años. En ese sentido es bueno", aseguró.