Donald Trump suspendió sus viajes y dijo que será catastrófico. Miami podría quedar bajo el agua.
Otra vez Miami en alerta: Dorian podría pasar de huracán a ciclón destructor
El Huracán Dorian sigue ganando fuerza con vientos máximos sostenidos de 175 kilómetros por hora, y podría convertirse hoy en un ciclón de categoría mayor mientras se desplaza lentamente hacia Florida, informó el Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos (NHC).
El NHC advirtió hoy que tras pasar por Puerto Rico y las Islas Vírgenes, Dorian podría llegar el lunes a Florida convertido en un fenómeno "extremadamente peligroso" de categoría 4 en la escala Saffir-Simpson (sobre un máximo de 5), es decir con vientos máximos sostenidos de 225 km/h.
Miami es una de las ciudades más vulnerables, y afirman que podría quedar totalmente inundada, porque el viento llega junto con la época de marea alta.
"Entendemos que esto podría ser una tormenta de movimiento lento. Eso nos preocupa. Cuanto más tiempo permanezca en nuestra área, más agua se acumulará ", dijo el alcalde de Miami-Dade, Carlos Giménez, en una conferencia de prensa.
"Este huracán se acerca a nosotros en un momento en que estamos experimentando mareas reales. Eso lo está empeorando ", dijo.
El presidente Donald Trump se expresó en Twitter y no fue nada tranquilizador: "Todo indica que va a golpear muy fuerte y que va a ser muy grande".
Y comparó a Dorian con el huracán Andrew, que arrasó el sur de Florida en 1992.
"Si toca tierra como un huracán categoría 3 o 4, eso es un gran problema", dijo Brian McNoldy, investigador de huracanes de la Universidad de Miami. "Mucha gente se verá afectada. Va a haber muchos reclamos a las aseguradoras".
Trump canceló su viaje del fin de semana a Polonia donde iba a participar del 80 aniversario de la invasión alemana que marcó el inicio de la Segunda Guerra Mundial, y declaró que Florida "va a estar totalmente lista".
Como la ruta de la tormenta no está del todo clara, no se ordenaron evacuaciones masivas.
A lo largo de la costa este de Florida, los gobiernos locales comenzaron a distribuir bolsas de arena, los consumidores se apuraron para almacenar alimentos, madera para tapiar ventanas y otros suministros de emergencia, y los automovilistas fueron a cargar nafta en bidones.