En medio de la discusión por el "reperfilamiento" anunciado por Lacunza, se supo que las estrictas reglas del organismo obligan a abrir una negociación por un nuevo programa.
El FMI no prevé la prolongación de plazos de pago con ningún país
El Fondo Monetario Internacional (FMI) no contempla lo que el gobierno argentino denominó "reperfilamiento" de vencimientos, lo que usualmente se conoce como un refinanciamiento de deudas.
Así se lo comentó anoche a agencia Nuevas Palabras el ex titular del Departamento Occidental del FMI, Claudio Loser, en una charla telefónica desde Washington. "El Fondo es un organismo de reglas y no está previsto y nunca se ha dado una reestructuración de los vencimientos en la historia. Estamos hablando de más de 70 años", explicó.
El ministro de Hacienda, Hernán Lacunza, anunció que se pedirá abrir al organismo de crédito una renegociación del stand by de U$S 57.000 millones que tiene la Argentina vigente, todavía.
El rumor es que la misión que estuvo hasta ayer en Buenos Aires, el méxicano Alejandro Werner y Ricardo Cardarelli, salió por Ezeiza con la decisión de recomendarle al board del FMI que no desembolse los 5400 millones de dólares previstos para setiembre. Salvo que haya una intervención directa de Donald Trump, es muy probable que Mauricio Macri no reciba ese dinero. Eso habría desencadenado la decisión de lanzar el reperfilamiento.
Según indicó Loser, no hay posibilidad de reflotar el programa vigente estirando los plazos de pago. Las normas del FMI permiten introducir cambios en los programas vigentes, siempre que se demuestren cambios en las condiciones económicas, pero no admiten"reperfilar".
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Por lo tanto, el camino a seguir es declarar por terminado el actual Stand By, y negociar un nuevo acuerdo. Según explicó el economista, tendría que ser un programa de entre 3 y 4 años. Pero en ese caso, el FMI va a exigir reformas para darle mayor competitividad a la economía. En otras palabras, Reforma Previsional y Reforma Laboral.
Según explicó, el actual gobierno podría perfectamente ahora abrir la mesa de negociación formalmente, pero dejar pasar todo el período electoral, hasta el verano, y allí con un nuevo gobierno, empezar la negociación.