Jessi Combs intentaba romper su propio récord pero se accidentó.
Murió la mujer más rápida del mundo cuando conducía a 800 km/h
La piloto estadounidense Jessi Combs murió en un accidente de tránsito cuando intentaba batir su propio récord de velocidad. La "mujer más rápida del mundo" había logrado conducir a 640 km/h en 2013 y murió este miércoles conduciendo a 800 km/h.
"Jessi Combs estaba muerta. Las causas del siniestro son desconocidas y son actualmente objeto de investigación", dice el comunicado de la policía.
Combs conducía un vehículo con motor a reacción cuando se estrelló en el desierto de Alvord, según informó el sheriff del Condado de Harney a la revista People.
Si bien la piloto estaba trabajando en diferentes programas de televisión en Estados Unidos, el año pasado decidió retomar la conducción para mejorar sus marcas.
Se propuso superar a Kitty O'Neil quien en 1976 logró conducir a 825 km/h en el desierto de Alvord en un vehículo de tres ruedas. Pero su ambición se llevó su vida.