Once horas duró el anuncio para frenar subas en los combustibles. El presidente actúa como un jefe de Estado vacío de poder. Mesa de negociación con petroleras.
Congelamiento de naftas: Así se gestó el papelón del día
Un mensaje de WhastApp recibido por periodistas acreditados en el Ministerio de la Producción conducido por Dante Sica, en la noche de este miércoles, hizo correr la información: había marcha atrás al congelamiento de precios de combustibles anunciado por el presidente Macri por la mañana. Luego, la Secretaría de Energía de la Nación distribuyó un comunicado informando que "el congelamiento de precios de las naftas que anunció hoy el presidente se realizará de acuerdo con las empresas". Se hará. Es futuro. Y por lo tanto, dudoso.
La confusión seguirá hasta este jueves, cuando haya una mesa negociadora entre las petroleras y el gobierno nacional para establecer los precios finales de los combustibles. Las empresas, que han hecho y comprometido inversiones y sufren el precio atrasado de naftas, no quieren saber nada. Y cuentan con el apoyo de los sindicatos y de los gobernadores petroleros como el neuquino Omar Gutiérrez y el chubutense Mariano Arcioni. En Mendoza, en la noche del miércoles analizaban la situación.
El gobierno de Macri, muy averiado y vacío de poder tras el resultado electoral del domingo, intenta que la brusca devaluación impacte lo menos posible en los precios y por lo tanto en la economía cotidiana de votantes enojados. Una de las medidas "estrella" entre beneficios varios y plata en el bolsillo para trabajadores formales e informales anunciados este miércoles, era la de congelar los precios de las naftas y otros combustibles. Pero tomaron la decisión "sin consultar a las empresas" ni a los poderosos sindicatos del sector, dicen las fuentes. "Nos enteramos por la televisión" contó un informante.
Bastaron algunos llamados telefónicos reforzados con notas editoriales surgidas en el corazón de Vaca Muerta y difundidas en diarios neuquinos, más un par de publicaciones en redes sociales del sindicalista petrolero Guillermo Pereyra; para que el congelamiento anunciado por el presidente a la mañana, se borrase con el codo por la noche. O al menos se pusiera en pausa. El congelamiento de 90 días en los precios de los combustibles duró once horas.
"Nos vamos a permitir que se avance con medidas que generen conflicto y desocupación, paralizando la producción" dijo Pereyra, senador nacional por el MPN además de sindicalista. Está claro: el congelamiento de precios iba a generar la merma en la producción, especialmente en Vaca Muerta, paralización de inversiones y caída de empleo en "el único lugar donde pudo ir a buscar buenas noticias" escribió el diario La Mañana de Neuquén después de los anuncios.
La información aún está en caliente. El gobierno llamó a una ronda de conversaciones a las operadoras petroleras, para establecer una política de precios hasta octubre. Esa "mesa" se reunirá este jueves y será muy caliente. Esta misma noche, las acciones de YPF se derrumbaron en Nueva York. Y los gobernadores de provincias petroleras se pusieron en alerta. Con el dólar volando y el precio del petróleo con "techo", la producción petrolera caerá bajando ingresos por regalías a los estados provinciales y produciendo desempleo, de rebote. No hay modo de obligar a las petroleras a subir a los pozos equipos de trabajo, si no hay precio. "Salvo que se aplique la Ley de Abastecimiento" hicieron correr anoche en el gobierno, de acuerdo a fuentes del sector. Es decir, el ministro Sica intentará que las empresas petroleras congelen sus precios, pero que sigan produciendo. Algo difícil, con el precio del combustible que ya venía atrasado y con subas diferidas y demoradas.
Las empresas y el Sindicato de Petroleros Privados -está claro- ya acompañaron al presidente Macri hasta la puerta del cementerio.