La jueza francesa tuvo una labor prácticamente sin fisuras. Sus asistentes también completaron un partido perfecto.
Stéphanie Frappart, la árbitro que revolucionó el mundo del fútbol
Stéphanie Frappart tuvo un arbitraje impecable en la final de la Supercopa de Europa entre Liverpool y Chelsea.
Además del atractivo natural del partido, la presencia de la primera jueza en la historia en dirigir un partido de semejante envergadura, cautivó la atención de todos.
La colegiada francesa estuvo acompañada en la terna por la irlandesa Michelle O'Neill y la también gala Manuela Nicolosi. Ambas asistentes completaron un partido sin fisuras con muchas situaciones extremas que tuvieron una gran resolución por parte de ellas.
A saber: al equipo de Londres le anularon dos goles por posición adelantada y en ambos casos la determinación fue correcta. El primer gol del partido, convertido por Giroud, fue en posición dudosa, pero estaba habilitado.
La única duda quedó con el empate que Frappart sancionó a favor de Chelsea en el primer tiempo extra. La situación concluyó con la conversión de Jorginho y el 2 a 2 definitivo que motivó luego la definición por penales.
Frappart, de 35 años, dio junto a su equipo arbitral un paso gigante en el plano de la igualdad en el fútbol y marcó un precedente histórico en el mundo.