El presidente brasileño, que ayer aseguró que los argentinos llegarán de refugiados a su país, también tiene problemas en casa. Lleva seis meses en el poder y los números le dan la espalda.
Mientras Bolsonaro critica a Argentina, Brasil entró oficialmente en recesión
El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, advirtió ayer que un eventual triunfo de Alberto Fernández en los comicios presidenciales de octubre podría provocar un éxodo de ciudadanos de ese país, parecido al que ocurre en Venezuela.
Pero Brasil también está en problemas.
El líder ultraderechista lleva seis meses en el poder y el país ya entró en recesión.
El ministro de Economía de Brasil, Paulo Guedes, le pidió al país que tenga "más paciencia" , aunque la popularidad del presidente cae porque los brasileños se empobrecen.
"Den un año o dos, den una oportunidad a un Gobierno que durará cuatro años y es liberal-democrático. No trabajen contra Brasil y tengan un poco más de paciencia", lanzó.
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El pedido de paciencia de Guedes se produjo después de que el Banco Central difundiera el Índice de Actividad Económica y que volvió a disparar las alarmas en los sectores productivos por los pronósticos sombríos que revela.
Según ese indicador, la actividad económica retrocedió 0,13% en el segundo trimestre de este año frente a los tres primeros meses de 2019 y acumula ya dos períodos en negativo, lo que de acuerdo con los expertos configura una "recesión técnica".
Ese extremo solo será confirmado el próximo 29 de agosto, cuando se publicará el resultado oficial del producto interno bruto (PIB) en el segundo semestre, que seguirá a la caída del 0,2 % registrada entre enero y marzo pasados.
La falta de reacción de la economía ante las políticas de corte liberal impulsadas por Guedes, un seguidor de la llamada Escuela monetarista de Chicago, ha causado preocupación en los sectores industriales, que han sido duramente golpeados por una delicada situación económica que se arrastra desde 2015.