Uceda: "Las convicciones no pueden ser electoralistas"

La candidata a diputada nacional por el Frente Todos habló de aborto, feminismo y políticas laborales con perspectiva de género.

Uceda: "Las convicciones no pueden ser electoralistas"

Por:Ana Paula Negri
Periodista

Este domingo 11 de agosto se eligen en todo el país a los candidatos que competirán en las elecciones generales nacionales de octubre. Además de presidente y vice, a Mendoza le toca renovar diputados.

En el Frente Todos, encabezado a nivel nacional por Alberto y Cristina Fernández, se presenta Marisa Uceda, una mujer que sorprendió cuando Anabel Fernández Sagasti la anunció como cabeza de lista junto a Alejandro Bermejo.

La abogada laboralista de 40 años y madre de dos hijos se define como una feminista en deconstrucción, dijo que de su mano las mujeres tendrán una representante en el Congreso.

Marisa Uceda

¿Por qué te definís como una feminista en deconstrucción?

Por respeto al feminismo. A mí no me crió una feminista como a la mayoría de nosotras, de hecho, al feminismo lo descubro casi al mismo tiempo que La Cámpora (2014). Tiene que ver con el nacimiento de mi primera hija. En realidad, mi primera marcha de Ni una menos yo estaba muy embarazada, que fue con la muerte de Ángeles Rawson. Soy muy amiga de las chicas que llevan adelante la Feria del Barrio Cano, AmeriCano. En esa marcha recuerdo que las empecé a escuchar cómo hablaban de la necesidad de la deconstrucción y empecé de a poco, no puedo considerarme una feminista.

De hecho, me cuesta mucho el lenguaje inclusivo. Entonces no me puedo considerar una feminista porque sería una falta de respeto a todas las mujeres que hace tantos años vienen luchando y que de verdad tienen resueltas un montón de cosas y yo todavía tengo contradicciones, estoy en este camino. Siento que avanzo más y siento que el feminismo me ha llevado a sanar un montón de cuestiones y porque lo relaciono mucho con el amor y soy muy respetuosa de las relaciones amorosas. Hay que ser respetuosa, tenemos compañeras que han puesto la vida de verdad en esto.

¿Crees que este año puede ser piantavotos ser feminista?

No me lo planteo. Las posiciones ideológicas no se plantean. Si a alguien no le gusta que sea feminista, no le gustará que sea kirchnerista, las convicciones no pueden ser electoralistas, son convicciones

¿Votarías a favor del proyecto de la interrupción voluntaria de embarazo?

No he visto este proyecto, el anterior, de haberme tocado, lo hubiese votado a favor. Creo que no se trata de votar ni a favor ni en contra. Lo más importante que se dio en ese momento fue el debate, no se había dado nunca, era una deuda pendiente que tiene nuestra sociedad. Creo que se tiene que volver a dar con más altura. La posición en contra, que es válida, tiene que tener mayor argumento. No podemos caer en una cuestión de si 'somos perritas', me parece que tiene que haber una formación por parte de los diputados y senadores real para las dos posturas.

No supimos instalar el tema como sociedad, incluyo a las dos posiciones. Es imposible hablar de esto fuera del ámbito de la salud pública y esto es lo que no pudo hacer mella en la sociedad. Terminamos hablando de cuestiones religiosas, de cuestiones científicas ridículas, cuando de lo que estábamos hablando era de otra cosa. Entonces me parece que el desafío que tenemos como legisladores es poder hacerle entender a la sociedad que lo que estamos debatiendo es un tema de salud pública. Yo no creo que nadie esté a favor del aborto, nadie quiere que las mujeres aborten pero no podemos seguir penándolas porque quien puede pensar o empatizar con lo que sufre una mujer que aborta, además las vamos a criminalizar.

¿Te parece que es un tema que se pueda plebiscitar como plantea Jimena Latorre?

No, la salud pública es un derecho humano, los derechos humanos no se plebiscitan.

El abrazo de Marisa Uceda y la senadora nacional Anabel Fernández Sagasti.

¿Qué podés hacer por las mujeres desde el Congreso?

El derecho en general es un derecho androgénico, el hombre es central en toda su redacción. El Código Civil empezó a hacer cierta apertura pero la ley laboral es del 75 y todas las leyes que se han dictado en base a la ley de contrato de trabajo parten desde ese centro entonces la mujer no solo no está contemplada como trabajadora, no tiene la regulación necesaria. Nosotras merecemos igualdad de oportunidades pero no somos iguales y esto hay que marcarlo. La ley no contempla la posibilidad de equiparación de géneros y hay que tenerla. Probablemente en un futuro no haga falta pero así como lo hicimos partidariamente nosotros primero y después políticamente en las listas, algo vamos a tener que generar para que las brechas salariales no sean las que hay.

Esto que nosotras repetimos del techo de cristal y del piso pegajoso no tiene que existir más. Eso se hace visibilizando las diferencias de género que existen entre nosotros. No puede ser que una mujer realice cinco horas al día de tareas domésticas de cuidado más las de trabajo, ¿cuándo dormimos?

Presentamos la reforma del régimen de licencia por nacimiento de la 5811, que es la ley de los estatales y tiene que ver con esto, cambiar los conceptos que atrasan porque ya tenés un código civil que habla de otros conceptos. Hablamos de persona gestante, persona no gestante, progenitores. La ley de contrato de trabajo como los estatutos públicos de nuestra provincia no contemplan los matrimonios igualitarios desde su lingüística. Eso hace que desde lo jurídico tampoco. Entonces caemos en grandes desigualdades con la ley de fondo que es el código civil, nosotros justamente presentamos un proyecto que contemplaba estas situaciones.

En Sata Fe y Chubut ya tienen las licencias de usufructo compartido, que no es lo óptimo pero es como el camino. Entiendo que las leyes y más en sociedades como las nuestras tienen que hacer un camino de adaptación para llegar a la legitimidad óptima. Entonces te permite que la licencia previa tiene que ser exclusivamente de la madre porque las que lo hemos sido sabemos que necesitas realmente un par de días antes del nacimiento pero después del nacimiento del niño debe ser optativo de esa familia. Lo óptimo, como sucede en otros países nórdicos, es que estén igualadas y sean largas, alrededor de seis meses para cada uno.

Si vos lo igualas, desestigmatizas a la mujer e incorporas al papá a la crianza y las tareas de cuidado. Si vos sacas el término mamá y papá y pones el término persona gestante, persona no gestante generás una situación de igualdad plena. Y ya le estás ampliando derechos.

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